Capítulo 8

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Norman

Tuve que entrar a la casa casi a rastras, con su brazo sobre mis hombros. Era como una puta pared y pesaba demasiado.

Lo llevé hasta la ducha y lo senté sobre el inodoro. Se golpeaba la frente con el dorso de la mano.

Comencé a llenar la bañera para sumergirlo y así intentar que su borrachera disminuyera un poco. No quería que vomitara mis alfombras valoradas en miles de dólares.

Cuando estuvo llena ni siquiera me molesté en retirar su ropa, lo hice ponerse de pie y lo metí en esta.

—¡Imbécil, te voy a matar! Te juro que en cuanto esté sobrio te mato —gritó y la verdad es que podría hacerlo fácilmente.

Sus tatuajes se tensaban y su respiración se agitó, pero se quedó quieto. Tomé la ducha de mano y mojé su cabeza.

Esperaba otra reacción, pero se relajó y cerró los ojos por un instante.

—¿Qué mierda crees que haces?  —le reproché —. Si de verdad quieres probarle a tu padre que puedes manejar el negocio por ti mismo y deshacerte de mí, esta no es la forma, creo yo.

Chasqueó la lengua.

—Tan jodido eres que estás borracho un martes a las… —consulté mi reloj —. Ocho y media de la noche.

Me puse de pie para buscar una toalla, cuando su mano tomó mi brazo y tiró de él, hablando en mi oído.

—Es tu culpa. Necesitaba olvidar cómo se veía tu culo enfundado en ese puto traje blanco —se mordió el labio inferior —. Supongo que no funcionó. 

Tragué grueso, nuestros labios estaban a centímetros y el aire se había vuelto pesado.

Sus clavículas estaban tensas, asomando los increíbles tatuajes que poseía y aún no había podido descubrir bien. Era irresistible, sin dudas.

Su cabello largo le cubría parte del rostro. Estaba a punto de saltar sobre él... hasta que habló.

—Y bien ¿qué dices? ¿Me vas a dejar follarte?

Me deshice violentamente de su agarre.

—Ya dije que no. Nunca he dejado a nadie hacerlo, no lo haré ahora.

Volvió a tomar mi brazo más fuerte que antes.

—¿Estás seguro de eso? Porque no creo que ese tipo de ropa que usas sea para algo más que calentar pollas.

—Buena suerte tratando de salir de la tina.

We Found Our DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora