Capítulo 26

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Kevin

La verdad es que tenía mucha fe en esta estrategia, creía que funcionaría. Lo que no imaginé era el impacto tan grande que tendría.

Solamente la primera semana de aplicarla consiguió elevar el valor de las acciones en un quince por ciento. Las ventas se dispararon de forma agresiva. Nadie creía lo que estaba ocurriendo.

Las pequeñas sedes tanto en China como aquí tuvieron que comenzar los trámites para convertirse en empresas, aún afiliadas a la nuestra, pero con su economía independiente. Esto eran muy buenas noticias.

Un mes después, todos los problemas habían desaparecido, Stan Enterprises había eliminado a toda la competencia con un solo movimiento. Y todo gracias a mí. Estaba muy orgulloso de lo que había logrado.

-—¡Salud! —mi padre levantó la copa de champán incitando a todos a chocarlas. —¡Por todo lo bueno que tenemos y por lo que vendrá! Y sobre todo por mi Kevin, y Norman. Su trabajo duro ha sido recompensado.

Ambos nos miramos y elevamos nuestras copas en señal de saludo.

Cuando todos se fueron a casa, Norman me llevó hasta la nuestra.

—Tienes los labios resecos —observé.

—Sí, el clima me los irrita. Acostumbraba a usar brillo, pero a alguien le parecía muy gay.

—Eso lo decía para molestar. En realidad, me gustaba.

—Bueno, en ese caso… —sacó algo de la guantera, era una barra de color blanco. La pasó por sus labios —. ¿Así? 

Me mordí el labio. Demasiado sexy para mí.

—¿Kevin?

—¿Sí?

—¿Por qué no tienes licencia de conducir?

—Es una de mis peores historias. Pero como las conoces casi todas, nada debería sorprenderte a estar alturas. Cuando tenía dieciocho salí drogado de una fiesta y estrellé mi auto con un árbol. Afortunadamente solo venía yo. La policía me retiró la licencia de forma permanente.

—Ya veo. ¿Quién diría que el chico que provocó ese accidente iba a ser el mismo que salvaría a Stan Enterprises?

—Nadie, ni siquiera son la misma persona.

We Found Our DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora