Kevin
—Sí, mamá. Todo va a estar bien… No, no es necesario que vengan. Puedo encargarme de Kevin… Sí, lo tendré en cuenta. Y no, no vamos a acostarnos… Voy a colgar, estoy en la cocina. Sí, también te amo.
Norman estaba hablando por teléfono con su madre, con este apoyado sobre su hombro y sosteniéndolo con su cabeza, mientras cortaba los ingredientes y los ponía a hervir.
—¿Necesitas ayuda ahí? —dije desde el sofá —. Pareces ocupado.
—No hace falta. Tú descansa que ya me encargo de la cena.
El día que regresamos del hospital, un sobre había sido entregado por el correo. Era de la clínica pidiendo disculpas por la confusión de mis análisis con los de otro paciente de igual nombre. Dentro estaban los verdaderos, y por supuesto negativos.
Me puse de pie, ya casi no tenía dolor, solo un poco en la columna por la operación tan delicada, pero podía caminar sin doblarme.
Llegué hasta él y lo tomé de la cintura por detrás. Besé su cuello.
—Es un poco contradictorio lo que le dijiste a tu madre.
—Hum…
—Sí, porque le has dicho que podías encargarte de mí, pero luego que no íbamos a acostarnos. ¿Cómo se supone que me ayudarás a curarme si no me dejas hacértelo?
—Kevin Stan, el médico dijo que no se podía tener contacto sexual de ninguna índole hasta que estés completamente sano y termines las sesiones de rehabilitación.
—Pero…
—Pero nada ¿Quieres que por un calentón se retroceda todo lo que has avanzado? —se giró para besarme —. Tendremos toda la vida para eso. Vamos a tener paciencia.
Asentí y fui de vuelta hasta el sofá.
—Hey —me llamó —. Si tienes tantas energías quizás deberías ayudarme en algo. Corta las cebollas.
¡Mierda! Eso me pasa por calenturiento.
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We Found Our Destiny
Romansa"No creo en el cliché de que un matrimonio arreglado se convierta en uno real alguna vez". Había dicho Norman cuando definió los puntos de su relación con Kevin, su esposo por contrato. Seguro de sus palabras, pero el destino a veces tiene otros pl...
