MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)

1. No te quiero

|TN|

Tiempo antes

Casi al borde del llanto, observo a Taehyung y a Jimin parados a la espera de que los siga hacia la salida de la habitación. Están decididos a sacarme de este motel barato, por lo que el nudo en mi garganta aumenta y vuelve difícil el simple acto de respirar y mantener la calma. Nunca imaginé que llegaría el momento en que querría mantenerme lejos de ellos, para sobrevivir al tormento doloroso que llevo resguardado en mi interior. Por lo que me quedo parada sintiendo que la distancia por el momento será lo mejor, así que en esta ocasión decido buscar las palabras correctas para intentar hacerlos comprender; pues aún me persigue la culpa por lo ocurrido en la camioneta y la dura manera en que me comporté.

—Chicos, yo...

—No digas nada, por favor —dice Tae casi en una súplica—. Entiendo que no quieras tenernos cerca luego de todo lo que pasó, pero mi amor, espero que comprendas que no podemos dejarte sola en un lugar como este... No podría dormir tranquilo.

—Ven con nosotros, tesoro —dice Jimin con suavidad y preocupación.

En ese momento se vuelve más difícil ocultar mis ganas de llorar, pues todo el dolor que llevo acumulado en mi pecho de pronto emerge y destruye las barreras emocionales que con mucho esfuerzo construí.

—C-Chicos, yo no...

En ese instante mis palabras se cortan, pues el nudo que se forma en mi garganta crece tanto que vuelve imposible ocultar las ganas de llorar.

—N-No quiero discutir más...

Bajo la mirada, pues siento que mis ojos se nublan ante la presencia de las lágrimas.

—Perdón —susurra Jimin con dificultad, sus palabras me dejan inmersa en el asombro y a la vez en una profunda tristeza.

Él se acerca junto a Taehyung que luce un poco abatido y preocupado. En ese momento pierdo por completo el control, pues siento que las lágrimas se escurren a través de mis mejillas.

—También les debo una disculpa —confieso sintiendo que casi puedo ahogarme en mi propio llanto—. Y-Yo me porté muy mal con ustedes en la camioneta y...

—Tranquila —interrumpe Tae que me envuelve entre sus cálidos brazos al notar mi dificultad para hablar.

Mi pecho sube y baja a un ritmo acelerado y las emociones que tanto me esforcé en ocultar emergen inevitablemente, pues en ese instante siento que Jimin toma mis manos y las envuelve entre las suyas en una muestra de apoyo.

—Daría lo que sea para no verte así, mi amor —susurra Jimin con impotencia.

—Perdón, no debí hablarles así... —digo arrepentida.

—Eso ya no importa, después de todo nos lo merecíamos —murmura Tae cerca de mi oído, mientras me pega más contra su pecho como si quisiera con todas sus fuerzas aliviar con eso mi dolor.

—Así es —concuerda Jimin.

Sollozos, son los únicos que se escapan de mis labios, mientras siento que las lágrimas fluyen sin cesar, como una violenta corriente de agua que arrastra todo a su paso y me deja inmersa en la vergüenza. Una gran vergüenza al sentir sus miradas sobre mí, pues en el fondo no soporto saber que estoy llorando frente a ellos. Por lo que hago un esfuerzo en ocultarlo y me limpio con rapidez las mejillas en un débil intento por demostrar que soy fuerte. Pero en ese instante las cálidas manos de Jimin acunan mi rostro y con ello me hace mirarlo a los ojos.

—Odio saber que es por nuestra culpa que estás sufriendo —murmura con tristeza—. D-Daría lo que sea para detener tu sufrimiento...

Limpia con rapidez mis mejillas húmedas y en un acto cargado de desesperación, arrepentimiento, presiona sus labios contra los míos dejando un corto beso. Eso me sorprende por unos segundos, pues él no suele ser el tipo de chico que besa y hace esas cosas debido a las cosas que me confesó anteriormente. Pero en la difícil tarea de mirarlo a los ojos y no perderme en su oscuridad, distingo en sus ojos una desesperada necesidad por hacer todo lo que sea para aliviar mi dolor.