Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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TN
Llego a mi apartamento con Karina a mi lado, ambas cargadas de bolsas llenas de cosas para la fiesta. El chofer de ella nos ayuda a cargar las compras, pues es demasiado para que lo llevemos nosotras solas. Apenas las puertas del ascensor se abren, salgo de mis pensamientos y trato de enfocarme en lo que me rodea. Sonrío, intentando mostrar interés en las tonterías que Karina me está contando, aunque en realidad mi cabeza está en otro lugar.
Llevo rato fingiendo que la escucho, pues habla sin parar, saltando de un tema a otro con esa energía inagotable que siempre tiene. Me habla de cosas sin importancia, alguna anécdota divertida que no logro procesar completamente, pero le sonrío, intentando parecer interesada. Sin embargo, por dentro, mi mente está atrapada en un torbellino de pensamientos oscuros.
No puedo dejar de pensar en Nam y los demás, que se quedaron con las chicas de Twice. Y aunque trato de no imaginar qué tipo de cosas estarán haciendo, los celos me consumen por dentro. Cada risa de Karina parece hacer eco en mi interior, rebotando contra las paredes de mis inseguridades y mal humor. Estoy de mal genio, pero intento ocultarlo detrás de una sonrisa forzada.
—Me encanta tu nuevo apartamento, haremos buenas fiestas aquí —opina Karina, mientras sus ojos recorren el lugar con fascinación.
Asiento, esbozando una pequeña sonrisa y me dirijo hacia la cocina, indicando con un movimiento que dejemos las bolsas sobre la isleta. El chofer de Karina coloca las últimas cosas y sin decir se marcha, dejándonos finalmente solas.
En ese momento miro todo lo que compramos: alcohol, golosinas, decoraciones... ¿Todo esto para qué? Para una fiesta en la que ya no tengo ganas de estar presente. Pero a pesar de mi desanimo, una sonrisa prevalece en mi rostro.
—¿Quiénes vendrán? —pregunto, tratando de ocultar mi verdadera preocupación, pues en mi mente la imagen de Baekhyun y Kai aparece, haciéndome recordar la confrontación entre mis esposos y ellos.
—No te preocupes, solo les dije a unos pocos —responde Karina con una sonrisa despreocupada, restándole importancia.
No puedo evitar sentirme aliviada, pero la duda sigue clavada en mí. Algo en su tono no me convence del todo.
—¿Por casualidad invitaste a Kai o Baekhyun de EXO? —pregunto, tratando de sonar casual, aunque la curiosidad y el temor son evidentes en mi voz.
Karina se detiene, mirándome con sorpresa y un toque de temor en los ojos.
—¿Qué? No, a ellos no los invite —responde rápidamente.
Respiro hondo, intentando calmar la tormenta que se agita dentro de mí. No debería preocuparme por ellos, pero la idea de que Baekhyun vendrá me pone nerviosa...
—¿Por qué? —pregunta Karina, intrigada, mientras saca las botellas de alcohol de las bolsas y las coloca sobre la isleta de la cocina.
—Me los encontré en Hybe, me dijeron que sabían de mi fiesta y Baekhyun, dijo que vendría.
