Te casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece.
Prohibida su copia u adaptación.
II PARTE DE LA HISTORIA
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TN
—No tengo pruebas, pero tampoco dudas —murmuro con fingida diversión empeorando mi situación y bajo la mirada, haciendo un esfuerzo descomunal para ignorar las miradas asesinas de los chicos.
Jisoo se echa a reír y se acerca.
—Está contando los días para demostrártelo —susurra cerca de mi oído.
Sin poder evitar la miro con perplejidad, pero al instante intento ocultar mi asombro al notar que varios de los chicos se remueven inquietos, tensos en sus asientos y nos miran con un formidable interés, curiosidad y molestia; aunque en el caso de Suga todo lo que encuentro es una escalofriante certeza de algo...
«¿Acaso sabe de quién estamos hablando?».
—Es de mala educación susurrar en presencia de otros —dice Jin sin poder ocultar su enojo, la ira que lo corroe.
Lisa sonríe con falsa inocencia.
—Tranquilízate, no hablan de ti si eso crees —aclara.
—Por supuesto que sé que no hablan de mí —afirma Jin y por alguna razón eso parece incrementar su enojo en el instante que me mira—. Como sea, yo me dejo de falsedades porque ya me harte...
No permite que Nam le diga algo y se pone de pie clavando su mirada en nosotras.
—Antes de comer con unas arpías como ustedes, prefiero tragarme mi propio vomito... Ahora si no es tanta molestia, Srta. Tn, puede acompañarme, necesito hablar algo con usted.
Me congelo y lo miro con incredulidad, asombro al igual que todos los demás. En el peor momento la falta de voz me obliga a callar, pues me esperaba todo menos está locura... Pero antes de que pueda abrir la boca, Lisa se pone de pie y sonríe con falsedad.
—Me pasa lo mismo, no pienso rebajarme perdiendo más tiempo con idiotas como tú.
—Lo sabía, no tiene caso intentar socializar con especímenes arrogantes como ella —espeta Taehyung con decepción.
—¿Hablar con Tn? —pregunta Jisoo confundida.
—Es un asunto importante de trabajo.
—¿Trabajo? Por favor, Jin, búscate otra excusa para intentar algo con ella —dice Jisoo con falsa lastima y me mira—. Ella no es para ti...
Jin sonríe con burla, aunque la ira aumenta en su mirada.
—Eso no te concierne decidirlo, no te metas —replica de una manera que nunca antes había visto.
«Realmente está furioso».
Jisoo se ríe con fuerza y se pone de pie encarándolo.
—No será necesario que me meta para que te rechacen —avisa con falsa lastima y certeza.
