TN
La música vibra en mis oídos como si intentara silenciar el caos que hay dentro de mí, pero es inútil. Todo me da vueltas, el dolor, la sensación de abandono me ahoga más con cada segundo que pasa. La botella en mi mano es una de mis compañías más fieles. Tomo otro sorbo, uno grande, que quema mi garganta y me llena de ese calor vacío que me recuerda lo sola que estoy, incluso rodeada de toda esta gente. Risas, gritos, pasos erráticos. Todos parecen divertirse. ¿Por qué yo no puedo?
Sé perfectamente lo que están haciendo ellos. Los hombres a los que amé, o tal vez sigo amando, aunque pensar en eso hace que solo me duela más. Están con otras, con mujeres que encajan en su mundo de éxito, fama y reconocimiento. Chicas, como las que siempre estuvieron antes de conocerme.
«Ellas son todo lo que yo no».
Otra vez bebo. Bebo para ahogar las lágrimas que amenazan con salir. Miro a mi alrededor, caras desconocidas que bailan y se mueven bajo las luces neón, todos felices, todos tan ajenos a mi infierno. No sé ni quiénes son. Es mi fiesta, pero no me siento parte de ella. Tal vez nunca lo he sido... Pero me dejo llevar y sonrío tomando la mano de Hyunjin y Félix, mientras me aferro a ellos como si fueran las cuerdas que me sostiene sobre el abismo.
Tal vez es lo único que necesito en este momento, alguien que esté dispuesto a llenarme de cualquier otra cosa que no sea este dolor asfixiante. Camino entre las personas, tambaleándome un poco mientras la música sigue resonando. Hyunjin me sigue, su agarre firme en mi mano es casi reconfortante, mientras que Félix se ríe por todo y es arrastrado por mí.
—¡Me prometieron una degustación de besos y la quiero ahora! —grito arrastrando las palabras.
—Como dije antes, te daré todos los que quieras —avisa Hyunjin para luego tararear la canción de fondo.
—¿Adónde vamos? —pregunta Félix con voz ronca, borracho, tan perdido como yo.
—A mi cuarto —respondo, divertida por su tono, aunque lo que siento dentro es todo menos diversión—. ¿No querías jalarme el cabello en privado?
Él se ríe con dulzura y asiente quizá recordando... Un recuerdo fugaz de nosotros tres encerrados en el armario me invade. El roce de sus manos, la intensidad de sus besos y el formidable deseo que compartían ambos por tocar mi cuerpo me hizo sentir como en los viejos tiempos... Cuando Jungkook y los demás eran solamente mis novios y nos divertíamos así.
—Me encantas... —murmura Félix abrazándome en cuanto entramos a la solitaria habitación.
—Qué bueno, porque yo también —respondo y me giro correspondiendo a su abrazo, deseosa de algo, lo que sea que me haga olvidar, aunque sea por un rato.
Hyunjin se encarga de cerrar la puerta y antes de que pueda procesar lo que estamos haciendo, me abalanzo sobre Félix y mis piernas rodean su cintura. Él me carga y me conduce directamente hacia la cama, mientras lo beso salvajemente, como si su boca fuera el escape que necesitaba. Mis labios chocan contra los suyos con una urgencia que no puedo controlar. No quiero parar. No quiero soltarlo. Lo aprieto más contra mí, buscando calidez, buscando algo que me haga sentir viva en medio de este frío que me congela.
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MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)
RomanceTe casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece. Prohibida su copia u adaptación. II PARTE DE LA HISTORIA