TN
Camino con la cabeza llena de pensamientos, mientras me dirijo al hotel donde me estoy quedando. Todo lo que ha pasado hoy me tiene en un completo caos y ni siquiera sé cómo procesarlo. Los pasos se me hacen pesados, no solo por el cansancio, sino por el remolino de emociones que me invade. Mi mente no deja de volver a ese momento fugaz, al beso que Eunwoo me robó. Instintivamente, llevo mis dedos a los labios y una oleada de calor recorre mi cuerpo.
«¿Cómo es posible que después de tanto tiempo, siga reaccionando así a su presencia?».
Recordar su rostro angelical, la sensación de sentir su cercanía otra vez... Me pone nerviosa. Mis mejillas se encienden, ardiendo con el fuego de la vergüenza. Me odio por sentirme así, por dejar que algo tan insignificante me afecte tanto. Gruño, frustrada pateo el suelo con fuerza, dejando salir un poco de la rabia que se acumula en mí. ¿Por qué sigo dándole importancia a lo que no la tiene? ¡Es absurdo!
Respiro hondo, tratando de calmarme. Camino más rápido, como si con cada paso pudiera dejar atrás los pensamientos sobre Eunwoo y todo lo que me hace sentir. No puedo permitirme caer en esa trampa otra vez. Tengo que enfocarme, pensar en mis esposos y en las chicas...
De manera inmediata eso también me provoca un nudo en el estómago. Hay tantas cosas que no comprendo. A veces siento que no conozco a los hombres con los que me casé. La maldad y el odio que las chicas sienten hacia ellos no ayuda, pero eso no me da ningún consuelo. Pues cuando pienso en casos como el de Jin y Rose, me resulta evidente que alguna vez hubo algo fuerte entre ellos. Quizás un amor que aún no ha desaparecido del todo... Aún recuerdo la forma en que Jin me miró o mejor dicho, cómo evitaba mirarme. Era como si quisiera ocultar lo que realmente sentía, pero tampoco puedo olvidar la tristeza en sus ojos ante el despreció de Rose; ni siquiera se defendió cuando ella lo ataco de esa manera feroz.
«¿Por qué? ¿Aun la quiere?».
Al similar paso con Hobi... Él suele brillar con una luz propia, pero en esos momentos parecía apagado, abatido, como si tener de frente a Jisoo le afectaba más de lo que quería demostrar. Pero no fue el único que se sintió terrible por su presencia, pues aun no olvido el dolor y el desprecio en la expresión de Jimin, parecía sentirse culpable por las cosas horribles que le hizo a Hobi, por amar demasiado a Jisoo...
Todo eso me hace sentir pequeña, insegura, como si fuera una intrusa en medio de algo mucho más grande que yo. Estoy atrapada en una historia en la que no pertenezco, en medio de una guerra que no es mía y de la que es posible que salga herida...
«Quizá me hieran, pero a ellos y las chicas les irá peor».
Me detengo y limpio las lágrimas que amenazan por salir y respiro con fuerza.
—Todos desearán nunca haberme involucrado en esta mierda —murmuro con toda la ira, el resentimiento que mi voz puede conjurar.
De repente, el zumbido de mi celular me saca de mis pensamientos. Me detengo, miro la pantalla y veo que es un número desconocido. Frunzo el ceño, dudando por un momento, pero al final decido contestar.
ESTÁS LEYENDO
MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)
RomanceTe casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece. Prohibida su copia u adaptación. II PARTE DE LA HISTORIA