45. En el paraíso

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TN

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TN

Cada palabra, cada toque, aumenta la intensidad del momento, haciendo que mi respiración se vuelva más rápida. Estoy atrapada entre todos ellos, rodeada de sus cuerpos y del deseo que me consume. Suga y Tae se turnan en tomar el control, como si ninguno quisiera ceder un solo segundo, sus manos recorren cada centímetro de mi piel.

Suga, aunque más silencioso, es igual de demandante en su forma de tocarme y embestirme. En repetidas ocasiones aprieta mis caderas, maldice y entrecierra los ojos pareciendo disfrutar demasiado el momento. Tae por su parte besa mis pechos y gruñe cada vez que toca lo más profundo de mí, haciéndome gritar, estremecerme... Por instantes siento que esto es demasiado, están destrozándome, los embates violentos de ambos casi me dejan sin aliento, me hacen querer parar. Pero esa posibilidad no existe, pues los demás me rodean esperando su turno y me tocan por todas partes. Son tantas manos recorriendo mi cuerpo, muchas voces susurrando tantas cosas perversas, que me resulta difícil responder a todos. Por lo que me limito a gemir, gritar perdiéndome cada vez más en este infierno.

—Continua así... Te ves tan bien... —dice Jimin sujetando mi rostro con brusquedad, haciendo que lo vea a los ojos—. Te gusta lo que te damos, ¿Verdad? Se nota en tu cara que lo disfrutas...

—S-Si me encanta —confieso y vuelvo a gritar al recibir una fuerte embestida por parte de Suga.

—A partir de ahora tendrás tu dosis todos los días —susurra agitadamente, mientras se relame los labios en repetidas ocasiones y se encarga de desquitar sus ganas moviéndose más rápido.

—Sé una buena esposa y dame un poco de cariño, galletita —murmura Hobi cerca de mí oído y lleva mi mano a su erección para que le dé placer.

—A mí también —ordena Jimin, que como todo un dominante sujeta mi cabello con rudeza para que obedezca.

No digo nada, pero gimo contra sus labios y lo miro directo a los ojos intentando hacerle saber lo mucho que disfruto que me maltrate en estos momentos, es excitante; me fascina sentirme dominada. Mis manos se ocupan de masturbarlo, a la vez que le doy también placer al dulce Hobi.

Me encuentro en el paraíso, pues a la vez que recibo los besos delicados, caricias y lindas palabras de parte de Jin, Hobi y Nam, luego me encuentro con la agresividad y salvajismo de Jimin, Suga y hasta de Jungkook, quien sin decir ninguna palabra intenta envolverme entre sus brazos abrazándome, mientras deja besos húmedos en mi cuello y frota su cara contra mi piel como si quisiera impregnarse de mí.

—Me vuelve loco pensar en que otros podrían hacerte gritar así —susurra con su voz grave, cargada de deseo.

—Nadie más que nosotros hará tal cosa —afirma Nam de forma automática.

En medio de mis gemidos noto que él me mira con mucha seriedad, casi en un recordatorio de lo que hablamos: no me dejará ir tan fácilmente. En ese instante la mano tatuada de Jungkook sujeta mi cuello, me atrae a él y hunde su rostro a mi cabello inhalando con fuerza mi olor y escuchándome gemir de cerca. Mientras que Suga y Taehyung se encargan de darme más motivos para gritar, se mueven con una violenta sincronía que siento que me están partiendo en dos. Las manos de ambos me sujetan de la cintura, me obligan a quedarme en medio recibiéndolos sin parar, mientras que el agarre en mi cuello por la mano de Jungkook me mantiene más quieta, esclavizada a ellos.

MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora