TN
Necesito tiempo para mí misma, para procesar todo lo que está sucediendo con Jungkook y los demás. Estoy sufriendo mucho por la conversación que tuve con él esta mañana. Sus palabras siguen resonando en mi cabeza, haciéndome sentir mal, confundida. No sé qué hacer, ni cómo manejar todo esto.
El día ha sido un verdadero infierno. Desde que llegué al salón de prácticas todo ha sido un caos, la tensión entre Hyunjin y yo es palpable. Cada vez que intento concentrarme en mi trabajo, mi mente vuelve a los besos y las caricias de la noche anterior y siento miles de emociones confusas que no logro entender en su totalidad...
Por lo que durante todo el día he intentado mantener la distancia y hablarle cuando hay personas presentes, pero es difícil. Cada vez que me mira, parece que recuerda lo que pasó entre nosotros y entonces distingo ligera provocación y deseo en su mirada que logra ponerme bastante nerviosa.
Por suerte al finalizar la jornada laboral, decido irme sin avisarle a Hyunjin y salgo con éxito del salón. No quiero caer de nuevo en la tentación de perderme contemplando sus sonrisas seductoras y sus ojos que parecen querer devorarme.
Camino rápido hacia la salida. Es tarde y los pasillos de Big Hit están más solitarios y silenciosos de lo normal. Algunas partes están oscuras, lo que hace que la atmósfera sea aún más sombría. Libero un largo bostezo, mientras me obligo a seguir andando a pesar de la pesadez que embarga mi cuerpo debido al cansancio. En todo lo que pienso es en llegar a una cama y dormir por una eternidad, pero eso tendrá que ser luego de que me reúna con Lisa...
«¿Qué habrá pasado con Jennie?».
—¡Jungkook! —llama la voz de una chica a la distancia.
La simple mención de ese nombre me despierta por completo, salgo de mi estado zombi y me detengo a unos cuantos pasos de llegar a la recepción. En ese momento me percato de la figura atlética de Jungkook que avanza con dos guardaespaldas hacia la salida.
«¡¿Qué hace aquí a esta hora?!».
Esa chica sale a su encuentro consiguiendo que se detenga, pues conversa con ella sonriente lo que me hace saber que la conoce, así que freno mi impulso de salir y libero una maldición para a mis adentros.
«¿Por qué tenía que irse también justo ahora?».
Tomo unas cuantas respiraciones profundas, sintiendo que mi ritmo se acelera peligrosamente y mis piernas tiemblan cuales gelatinas en cuanto doy los primeros pasos hacia su dirección. Pero a pesar de que todo lo que quiero es volver y esperar que se marche, me obligo a salir de mi escondite y camino hacia la salida acercándome a ellos...
—Bien, en ese caso nos vemos mañana —dice ella sonriente.
—¿Si quieres te llevo a tu casa? —propone sin percatarse de mi presencia.
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MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)
RomanceTe casas con uno y también lo haces con sus seis hermanos. Su lema favorito: Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo, pero de nadie más... Nadie más puede fijarse en lo que les pertenece. Prohibida su copia u adaptación. II PARTE DE LA HISTORIA