18. Desquite

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TN

Corro en busca de Hyunjin, sintiendo que las ganas de llorar se acumulan en mi pecho y pensar en la idea de no encontrarlo me hace saber que no podré contenerme y lloraré como una estúpida. Me siento tan patética por haber renunciado a una noche de fiesta por ellos, quienes seguramente la van a pasar bien en compañía de esas chicas. Estos pensamientos me causan aún más dolor y ganas de escapar. Por lo que corro más rápido sintiendo que el temor de no encontrar aumenta, pero para mí alivio lo veo de pie junto a una máquina expendedora, como si estuviera eligiendo una bebida.

El alivio me invade y corro sonriendo hacia él, sintiendo que es mi salvación, pues su compañía, su presencia me reconforta de inmediato y me hacen sentir menos patética.

—Oye, no te vayas sin mí —digo con fuerza.

Saca su bebida de la máquina, me mira y sonríe sorprendido.

—¿Irás a la fiesta? —pregunto acercándome.

—Sí, ¿Por qué? ¿Cambiaste de opinión?

Fuerzo una sonrisa y reacomodo mi maletín al otro lado de mi hombro.

—Sí, quiero ver a las chicas.

—Pensé que estabas cansada...

—E-En realidad lo estoy, pero creo que me hará bien distraerme un poco —murmuro intentando ocultar mis ganas de llorar.

—Genial, entonces vamos —dice esbozando una dulce sonrisa.

—¿Quieres algo de tomar?

Miro las bebidas en el interior de la máquina y luego de pensar unos segundos señalo el té frío de limón, mi preferido. No tengo ganas de beber, ni comer nada, pero en el intento de ocultar el infierno que llevo por dentro intento mostrar lo contrario. Sin decir más él paga y saca la bebida para luego entregármela con una sonrisa.

—¿Quiénes irán a la fiesta?

—Uhm... No lo sé, Rose, tiene muchos amigos actores, es probable que vayan algunos y quizá también estén los chicos que viste en la fiesta de Jisoo —murmura pensativo.

—Eso suena bien... —murmuro intentando mantener ocultos mis nervios—. Oye, ¿Puedo pedirte un favor?

Él me mira y asiente.

—E-En caso de que haga alguna tontería borracha, por favor finge que tienes amnesia mañana y que no viste nada —bromeo en el débil intento de animarme.

Sus labios carnosos forman una sonrisa y luego se ríe.

—Claro, no te preocupes, soy bueno fingiendo que olvido cosas...

—Genial, ahora estoy más tranquila —murmuro divertida.

Sin más caminamos por el pasillo disfrutando en silencio de nuestras bebidas. Pero al doblar por el pasillo, nos topamos de frente con Suga. Al principio, su rostro refleja furia, disgusto como si acabara de discutir o pasar por un mal momento, pero en el instante en que se percata de nosotros esto desaparece y su expresión cambia a una de sorpresa. Su asombro es tan grande que se queda parado por un segundo, pero cuando su mirada se posa sobre mí por primera vez distingo en esta una tristeza y muchas emociones que antes no había visto.

«¿Y ahora qué diablos le pasa?».

Por más que intento fingir que no me pasa nada, mi corazón se acelera peligrosamente y una oleada de emociones se remueven en mi interior. Verlo a la distancia me duele profundamente y me hace tener presente las cosas que está noche harán los chicos con su compañía, pero trato de mantener la compostura, reprimir mis celos y bajo la mirada.

MIS SIETE SECRETOS (II PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora