"HASTA QUE ME OLVIDES."

5.3 INICIOS DE PRIMAVERA

Narrador Omniciente

"¿Ya está encendida la cámara?" Nick asintió. Observé al equipo de baloncesto del barrio frente a nosotros, mientras de reojo echaba un vistazo al otro equipo. Sin duda, el equipo del otro barrio parecía más preparado.

"Como oficial co-capitana del equipo, veo esperanza en nosotros, así que podemos..."

"Acabemos con ellos", expresó el otro co-capitán de Ruel.

Rodé los ojos. Ruel...

"¡A por ellos!" se motivó Mary.

"Ok, Nick, corté", le hablé.

"Pero estaba genial, relájate K ¿estás colorada?"

"Es tu imaginación, a jugar."

La cámara dio otro corte. Después de que la imagen se volviera oscura, otra voz narraba.

—Ok, esto es difícil de iniciar. Hola, Elena. —la imagen de Kiah se volvió nítida. —Quería darte un regalo antes de irme a la universidad. Así que aquí va lo que aprendí. Cof, cof... Nick, ahí no era el confidente.

—Lo siento. —se disculpó el rubio.

—Bueno, así que te diré lo que aprendí. De una forma cool.

La cámara se enfocó en un video de un bebé y todos felices.

—Desde que tengo memoria, Elena, siempre has sido mi todo y me dolía la idea de despedirme de ti de esa forma, sin saber qué pasaría con el mañana. Pero entendí algo más valioso que mis miedos; tú siempre estarás conmigo y ahora te quería dejar una parte de mí.

"¿Me queda bien este disfraz?"

"Somos el trío de mermelada, mantequilla de maní y sal", habló emocionado Ruel.

"Claro que sí, Kiah", salió una Elena menor para tomarse una foto.

—Crecer da mucho miedo, sin embargo, sé que estaré bien. A veces nos toca experimentar dolor para crecer, y a veces crecemos sin que nos demos cuenta. Sé lo que quiero, quiero seguir contando historias a través de mi arte que siempre te llevará presente, y es hora de que me vuele y me marche. Solo te quería dar gracias; siempre has sido una primavera en mi vida, y estoy tan feliz de que sigas estando en mi corazón.

"¡Kiahhh quemaste las galletas!" gritó Ruel.

"Esconde la olla, ¡esconde la olla!" dijo Elena.

"Mamá se volverá loca".

—Gracias por estar ahí, por enseñarme lo más mínimo hasta lo más complejo. Sé que cuando te necesite, estarás a una llamada o a solo un pestañeo de cerrar mis ojos. Llegó la hora de ir a devorar el mundo por mi cuenta. A pesar de tenerte presente, también de olvidarte un poco a veces. Me aferraré tanto a mis sueños que seré algo caprichosa y llenaré muchas listas que te sentirás algo sorprendida de todo. Te quiero muchísimo, te quiero un montón e incluso podría decir que te amo con todo mi corazón, y si pudiera regresar al pasado, ya no cambiaría nada. Está todo bien, ahora sí lo está.

—Hasta otra primavera, L.

—Hasta la siguiente, Kiah.