Violeta y Martina llevaban viviendo juntas desde junio. Tras varias malas experiencias pasadas, por fin Martina había encontrado una compañera de piso de su edad con la que se entendía bastante bien. A pesar de llevar casi 3 meses compartiendo piso, al haber sido época de verano, apenas habían coincidido más de 2 semanas en casa, por lo que no habían convivido demasiado.
Era 31 de Agosto y ambas habían vuelto de sus vacaciones para volver a la rutina, o más bien para empezar una nueva juntas. Martina había acabado la carrera de derecho e iba a empezar este curso las prácticas en un bufete, mientras que Violeta tendría que sacarse su máster a la vez que trabajaba en un bar los findes y alguna que otra noche entre semana. A ninguna de las dos les sobraba el dinero con sus sueldos, y se les había hecho cuesta arriba pagar la mensualidad del piso estos meses atrás. El piso era lo suficientemente grande como para vivir tres personas, así que andaban en busca de una tercera compañera para que las facturas no fueran tan elevadas.- Oye Martina habría que poner un anuncio en algún lado, si queremos encontrar a otra compañera de piso. De alguna manera tendremos que arreglárnoslas, porque yo no podré seguir permitiéndome esto sólo con el sueldo del bar. - dijo Violeta terminando de deshacer su maleta.
- De eso quería hablarte. - dijo Martina poco segura de sus palabras.
- ¿Tienes alguna idea? - preguntó Violeta aliviada, mientras colocaba sus cosas en el armario.
- No... bueno si, no sé. Es una opción pero no sé si es la mejor idea...
- Cualquier cosa es mejor que pagar la pasta que estamos pagando al mes, suéltalo.
- Mi hermana acaba de terminar el instituto y aún no sabe que quiere estudiar y me ha pedido si puede venirse aquí conmigo. Pretende empezar a trabajar en cualquier cosa, mientras se aclara y decide lo que quiere hacer, pero....
- QUE SE VENGA AQUÍ - la interrumpió la reportera. - Yo no veo ningún pero, que mejor que alguien que ya conoces como tercera compañera de piso, así nos ahorramos todo el proceso de buscar a alguien, es genial.
Martina la miró sorprendida. - Vamos a ver, paso a paso. Mi hermana tiene 19 años recién cumplidos, 3 menos que nosotras,nunca ha vivido fuera de casa, es un desastre con el orden y la limpieza y yo hace ya 4 años que no convivo con ella. - Intentó explicarle a su compañera el porqué de sus dudas.
- Vemos a ver, paso a paso. - la imitó - Si viene y trabaja, significa una persona más pagando el piso, así que más barato nos sale a cada una, que era la intención principal. Que sea más pequeña es lo de menos, entre las dos la cuidaremos y seguro que nos llevamos bien, no creo que 4 años hayan cambiado tantísimo entre vosotras. Y con el tema del orden tendrá que hacer un esfuerzo, no será para tanto.
- Hablas como si la conocieras de toda la vida. - miró a Violeta sintiéndose mal por sus dudas - Pero de verdad que Chiara es una chica difícil, yo la quiero mucho y siempre nos hemos llevado muy bien, pero es muy despistada, vive en su mundo y convivir con ella no es fácil, nunca lo ha sido.
- Venga va no me creo que todo sea tan malo. Y si tan bien os lleváis seguro que te hace ilusión volver a pasar tiempo con ella. Enséñamela por lo menos que quiero ponerle cara para saber de quien estamos hablando.
- Te arrepentirás de lo que estás diciendo cuando lleves dos semanas conviviendo con ella. - la miró desafiante - En principio de todas maneras si viene es solo para un par de meses, luego tendríamos que buscar a alguien.
- Bueno algo es algo. Y me juego lo que sea a que luego es encantadora y va todo mucho mejor de lo que te lo estás imaginando.
- Si si, lo que tú digas. - dice mientras busca algún vido de su hermana que enseñarle a la granadina.
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Cada vez
Hayran KurguChiara vive con sus padres y sus hermanos pequeños en Menorca, mientras su hermana mayor Martina hace ya varios años que vive en Madrid. Una vez acabado el instituto, indecisa sobre el rumbo de su futuro, Chiara decide irse un tiempo a Madrid con su...