Como no era de extrañar, Chiara consiguió el trabajo. Habían entrevistado a bastante gente, pero cuando la oyeron cantar a ella lo tuvieron claro. Trabajaba entre 4 y 6 horas por la mañana, de lunes a jueves, dependiendo si cubría también la hora de la comida o no . Desde que la habían cogido había ido un par de días , un par de horas, a conocer a los compañeros y a aprender como era el funcionamiento de todo. Los sábados a demás tenia bolo, organizaban la parte de dentro del bar para dar un pequeño concierto y que los artistas emergentes como ella se dieran a conocer. Muchos productores de la zona sabían de este sitio, e iban a algunos de los conciertos, para conocer caras nuevas de la industria y tal vez darles una oportunidad.
Chiara estaba muy contenta, esta nueva oportunidad le había llenado de ilusión. En el trabajo conoció a otros dos artistas como ella, que tenían sus mismos turnos, y harían los conciertos juntos. Bea y Martin, tenían 21 y 18 años y eran dos músicos increíbles. A demás se habían llevado de maravilla, la inglesa necesitaba conocer gente urgentemente. El solo tener en la capital a su hermana mayor, que se pasaba el día trabajando, y a una compañera de piso con la que tenía una relación confusa, no se le estaba haciendo fácil.
Con Violeta todo había ido a mejor desde la conversación que tuvieron, pasaban tiempo juntas y habían vuelto a bromear y reírse entre ellas, como hacían al principio. Por el momento no se había vuelto a dar ninguna situación tensa o subida de tono, que desestabilizase a ambas, así que todo había ido sobre ruedas. A demás la mayor estaba muy pendiente de Chiara, sabía que lo estaba pasando mal por lo de su ex, y hacía lo posible por mantenerla distraída o escucharla cuando lo necesitaba.
Era sábado, y Chiara tenía hoy su primer bolo. Estaba de los nervios, sabía que no era algo demasiado serio y que no la vería demasiada gente, pero cabía la posibilidad de que hubiera alguien de alguna discográfica, y no quería echar a perder la oportunidad. Habían comido las tres juntas en casa y por la tarde Violeta trabajaba, de 17.00 a 23.30. Ella prefería eso, a los sábados de madrugada, pero eso significaba no poder ir a ver a la menorquina cantar, ella cantaría de 10 a 11. Violeta estaba triste, pero Chiara lo entendía, el trabajo era el trabajo. Por lo menos había conseguido que su hermana fuera a verla. La granadina sabía que si Chiara se quedaba sola en casa se iba a poner más nerviosa, así que la insistió en que bajara con ella al bar, y se tomara algo mientras ella trabajaba. Y así hicieron.
- Tráeme un café porfa - le pidió la pequeña cuando Violeta se metió detrás de la barra a cambiarse.
- Te voy a poner una tila mejor, que sino te va a dar un ataque
- Déjala que se tome un café hombre - les interrumpió Irene, la compañera de Violeta - cámbiate tranquila Vio, ya se lo pongo yo. - Violeta se giró sin decir nada, ocultando así su cara de desagrado.
- Gracias - respondió Chiara ajena a todo. Cuando acompañaba a Violeta al bar, solía sentarse en una mesa fuera al sol, a componer, pero hoy estaba demasiado nerviosa y prefería quedarse cerca de la reportera.
- ¿No te sientas fuera? - le preguntó Violeta extrañada
- Estoy muy nerviosa, prefiero estar aquí y verte hacer cosas, que sentarme fuera sola a pensar.
- Me parece perfecto - le respondió con una sonrisa - ¿Una palmera de chocolate? Invita la casa
- Porfa si - sonrió tierna. Y Violeta se fue a por ella.
- Aquí tienes tu café guapa, por cierto me llamo Irene.
- Encantada, yo soy Chiara
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Cada vez
FanfictionChiara vive con sus padres y sus hermanos pequeños en Menorca, mientras su hermana mayor Martina hace ya varios años que vive en Madrid. Una vez acabado el instituto, indecisa sobre el rumbo de su futuro, Chiara decide irse un tiempo a Madrid con su...