Octubre llegaba a su fin y Noviembre traía consigo algunos cambios.
Por parte de Violeta no era un cambio como tal, simplemente se iba unos días a su tierra con su gente, que llevaba sin ver al rededor de dos meses. Se cogió unos días libres en el trabajo y se iba a pasar el puente de Halloween a Granada. Pero de todo esto aún no había avisado a Chiara, lo sabía desde hace días pero no sabía porque no había encontrado el momento de contárselo.
Por su parte Chiara también tenía nuevas noticias, que por algún motivo había estado ocultando a la reportera. Después de un par de bolos, consiguió hablar y concretar algunas quedadas con varios productores, a las que había acudido a las espaldas de Violeta y de su hermana, nada estaba claro y no quería hablar antes de tiempo. Con mucho esfuerzo e insistencia, y tras varias reuniones, había conseguido que le consiguieran algunas sesiones de composición con artistas más reconocidos y que se plantearan grabarle su primer single. Había muchas cosas aún en el aire que estaban por cerrar, pero Chiara estaba muy ilusionada.
Por otra parte, tras muchas horas mirando y con algunas recomendaciones, había encontrado una escuela de música en Barcelona con mucho prestigio, a la que le gustaría aplicar al año siguiente. Había hablado con sus padres y estos estaban dispuestos a apoyarle y ayudarle a perseguir sus sueños, siempre y cuando tuviera claro lo que quería. El único problema de todo esto era que solo se ofertaban dos plazas al año de lo que ella quería hacer, esta exclusividad era lo que marcaba el prestigio de la escuela, pero también era lo que la hacía casi inaccesible.
Sus padres, al conocer los planes de Chiara, tanto los de su intención de presentarse a la ESMUC, como los de seguir adelante con los proyectos musicales que iba consiguiendo poco a poco, tomaron una decisión por ella. Si eso era lo que de verdad quería, volvería a Menorca a prepararse las pruebas, en una academia que habían encontrado donde la podrían ayudar mucho. Y volvería a Madrid esporádicamente cuando lo necesitara, para sus reuniones o sesiones en la discográfica. Como de momento los proyectos no estaban cerrados, no tendría que volver más de 2 veces al mes, y a sus padres les pareció un gasto asumible.
Chiara por fin había conseguido hacerse algo de hueco en la industria, y conseguir algunas ofertas. Por fin sabía lo que quería estudiar y a lo que se quería dedicar, tenía un trabajo que le gustaba y gente que se había vuelto muy importante para ella en la capital. Estaba feliz en Madrid. Y el plan de sus padres le descolocó todo por completo, sabía que no se quedaría todo el año en Madrid, que volvería a Menorca, pero ahora que llevaba allí casi dos meses no se había planteado volver.
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Estaban a 28 de octubre, Violeta se iba a la mañana siguiente a Granada, y aún no había dicho nada en casa. Eran las 9 de la noche y Chiara volvía de pasar la tarde con Bea y con Martin, abrió la puerta y Violeta la oyó llegar
- Enanaa, hay cena para ti en la cocina! - le gritó Violeta desde su habitación
- No sales a saludarme ni cenas conmigo? - preguntó la pequeña en el mismo tono
- Ahora voy
- Pero que estás haciendo ahí encerrada? - dijo Chiara intrigada andando hacia su habitación
Violeta estaba haciendo la maleta, y en cuento la escucho caminar hacia ella, corrió hacia fuera y cerró rápidamente la puerta detrás de si - Cositas, pero ya estoy contigo - respondió abrazándola. Consiguió ocultarlo de milagro.
- Ahora no porque tengo mucha hambre, pero luego pienso entrar a ver qué es eso tan importante que escondes ahí y no puedo ver - reprochó Chiara
- Me lo pienso - le respondió tirando de ella hacia la cocina.
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Cada vez
FanfictionChiara vive con sus padres y sus hermanos pequeños en Menorca, mientras su hermana mayor Martina hace ya varios años que vive en Madrid. Una vez acabado el instituto, indecisa sobre el rumbo de su futuro, Chiara decide irse un tiempo a Madrid con su...