La ultima noche 2.0

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Iban a dar las 8, entre cervezas, miradas y caricias, se les habían pasado las dos horas volando, pero ya estaban conduciendo de vuelta a casa. No decían nada, solo disfrutaban de su compañía, de esos momentos cotidianos a los que estaban acostumbradas, pero que dentro de nada se volverían inusuales. Hasta que el tono de llamada del móvil de la pequeña las sacó de sus pensamientos, rápidamente cogió y lo puso en altavoz, siempre lo hacía

- Hi mom - saludó

- How's everything going? Ready to come back home?

- Mooom... - Se quejó. Emma sabía de sobra que Chiara no quería volver a Menorca.

- It's gonna be fine honey, I promise. You already knew that your stay in Madrid was not going to last forever... - Se explicó

- I know, pero... bueno it's alright. What did you need? - Chiara intentaba que la conversación no se alargara, solo hacía que recordarles a ambas el poco tiempo que le quedaba.

- I was just calling to make sure you have everything packed and ready, there's no time tomorrow and I know you - ante el comentario de la madre, Violeta no pudo evitar reírse y Chiara le fulminó con la mirada, suplicando que se callara. La angustia de la pequeña en el momento la hizo sonreír.

- Of course - mintió

- Is your sister there with you? - quiso saber, por los murmullos que oía de fondo

- .... no no, it's Violeta - La pelirroja la miró sorprendida

- Ah hola Violeta perdona, que pensaba que eras Martina

- No te preocupes, encantada - contestó algo tímida, y sorprendida por su español y por que supiera de ella.

Keeks leave everything done before going to sleep, please - le pidió sabiendo que no lo había hecho

- I promise. I'll text you tomorrow when I'm already in the airport - dijo finalizando la conversación

- Bye my love, see you tomorrow

- Bye... - y colgó

- Entonces, vas a hacer ahora la maleta supongo no? - preguntó la granadina en un tono irónico

- Ni de coña - respondió firmemente.

Había pasado una tarde genial con Violeta, venía tranquila mirando las calles de Madrid y escuchando la música de la radio, sin pensar en nada más. Hasta que su madre había tenido que llamar para recordárselo, y ahora no podía pensar en otra cosa.

- Ey ey, Kiki que pasa? - Se preocupó Violeta cuando se percató. Le acariciaba la pierna mientras, intentando calmarla.

- Es que porque ha tenido que llamar, no lo entiendo. Ya sé que me vuelvo mañana, ya sé que tengo que hacer la maleta... - comenzó a subir el tono alterada.

Violeta subió la mano hasta su nuca y le acarició la zona - Tranquila Keeks, sabes que no lo ha hecho a malas. Ella también sabe que no está siendo fácil para ti la situación y querría escucharte para saber cómo estás - intentó hacerle entrar en razón. Según lo que le había contado la menorquina, tenía una relación muy estrecha con su madre, y siempre se había preocupado mucho por ella.

- Pues ahora que me lo ha recordado peor... venía tan tranquila, tan feliz... - suspiró

- Y en seguida va a volver a ser así - aseguró. Violeta por fin aparcó el coche, salió rápidamente y fue a abrirle la puerta, le tendió la mano y tiró de ella - Vamos, que el vino nos espera

Cada vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora