La mañana del martes, miércoles y jueves fueron prácticamente iguales a la del lunes, las dos madrugaban, desayunaban juntas y luego Chiara acompañaba a Violeta a clase y después se iba al trabajo.A diferencia del lunes, el martes Chiara tenía más trabajo, habían alquilado el local para una comida de empresa, así que seguramente su jornada se alargaría, y además no podía dejar a Violeta pasar para comer con ella. Es por eso que ya por la mañana le avisó, y le dijo que se volviera luego a casa directamente, que no la esperara y que ella volvería en cuanto pudiera.
Su jornada se alargó poco más de una hora, a las 16.15 les dejaron salir, porque solo quedaban cafés y postres y con los camareros de por la tarde se apañaban. Aprovechó y cogió un par de napolitanas para compartir con Violeta en casa, había muchísimas, por dos menos nadie se iba a dar cuenta.
Violeta había llegado sobre las dos y media, se había calentado algo de sopa y cocinado un par de filetes, y en cuanto acabó de recoger después, se fue directa a la habitación a ver si dormía un rato. Estaba agotada, apenas había podido prestar atención en clase, se le cerraban los ojos y tenía la mente dispersa, por eso pensó que una siesta le ayudaría a afrontar la tarde, aprovechando que Chiara no llegaría hasta después.
16.30 y Chiara entraba por la puerta de casa, dejó lo que había traído en la cocina y fue a dejar sus cosas en la habitación. Ya con ropa cómoda y extrañada por el silencio que inundaba la casa, se dirigió a la habitación de Violeta. La vio dormida en la cama y dudo en si acercarse o dejarla durmiendo un rato más, pero optó por tumbarse con ella.
- Vivi déjame un huequillo porfa - le susurró mientras le acariciaba el pelo con delicadeza
Violeta entreabrió los ojos y vio a la pequeña mirándole con ternura y no dudó en apartarse para dejarle hueco - que tal te ha ido el día? - preguntó mientras la achuchaba, con la voz ronca de estar aún medio dormida
- pfff ha sido largo - dijo en un suspiro - Pero luego te cuento ahora vamos a dormir otro rato - metió su mano por dentro de la camiseta de la granadina para aumentar la cercanía, y con las cosquillas conseguir que se relajara y volviera a dormirse
Violeta esbozó una sonrisa
**
17.45 y el descanso ya había sido suficiente, llevaban un rato despiertas disfrutando de su compañía en silencio, entre caricias, sonrisas y miradas cómplices.
- A ver si te piensas que por haberte colado en mi cama a echarte la siesta y que yo te haya dejado, quiere decir que ya te he perdonado lo de ayer... - protestó de repente Violeta, haciendo referencia a lo del probador del día anterior
- Venga no seas rencorosa, ya echaremos uno en condiciones - respondió Chiara con una sonrisa pícara
- Hombre eso te lo aseguro yo, pero lo de ayer no se hace
- Porque tu lo digas - respondió metiendo el dedo en la llaga
- A que te vuelves a Menorca sin volver a ponerme ni un dedo encima - contraatacó Violeta
- Amenázame con algo más realista que eso no te lo crees ni tú pelirroja - le guiñó el ojo
- Que tirria te tengo
- Que mentirosa eres
- Yo no miento
Chiara le cogió de la cintura y la besó, y sin pensarlo dos veces Violeta le correspondió - Ves como si que mientes, ni 2 segundos te ha durado la gracia
- Te odio
- Que no mieeentas - Violeta no tuvo más remedio que rendirse y sonreír, era imposible ponerse seria con ella - aiiish que vas a hacer tu aquí sin mi...
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Cada vez
FanfictionChiara vive con sus padres y sus hermanos pequeños en Menorca, mientras su hermana mayor Martina hace ya varios años que vive en Madrid. Una vez acabado el instituto, indecisa sobre el rumbo de su futuro, Chiara decide irse un tiempo a Madrid con su...