Cada vez

Prometido

Habían pasado ya varios días desde que Denna se había ido y las cosas entre Chiara y Violeta estaban algo raras. La pequeña estaba pasando unos días bastante malos, y eso se traducía en encerrarse en si misma. El viernes por la tarde, cuando Violeta se fue a llevar a su amiga al aeropuerto, Martina y Chiara por fin tuvieron un rato para hablar. Obviamente la menorquina no le comentó nada a su hermana de lo de Violeta, por motivos claros, pero igual que llevaba varios años sin contarle lo que pasaba en su vida sentimental. Es por eso que Chiara se tuvo que enterar por su hermana, de la manera más fría posible, que su ex estaba ahora saliendo con una amiga suya de instituto. Chiara y Paula lo dejaron pocos meses antes de que ella se mudara a Madrid, y entre el verano y el cambio de vida, no se le había hecho tan complicado como pensaba . Aún así era un tema que aún le afectaba y le dolía, y más si estaba ahora con una amiga suya. No se lo dijo a su hermana en el momento, ni tampoco había podido hablar con Ruslana, lo llevaba ella sola todo por dentro. Esto hacía que estuviera más distante y menos comunicativa. Todo el tema de su ex, sumado a que no sabía bien cómo actuar con Violeta, le estaba viniendo demasiado grande. Ambas se evitaban, como si no se conociesen, como si la conversación del jueves no hubiese servido de nada. Pero la pelirroja notaba a Chiara rara más allá de eso, y no sabia como ayudarla.

- Keeks, que te pasa? Te noto rarilla - Martina se sentó en su cama para hablar con ella. Chiara alzó ambos hombros a la vez - Vaa cuéntaselo a tu hermana

- Es un poco todo Marts. Me he enterado de muchas cosas de Menorca, echo de menos a papá, a mamá y a los tetes, y bueno a mis amigas. Aquí solo te tengo a ti, y trabajas un montón. Me siento un poco sola. - le comentó la pequeña diciéndole la verdad a medias.

- Siento un montón no poder estar para ti todo lo que me gustaría. Entiendo que estes así, pero es normal, llevas poco más de una semana aquí y aún no estás acostumbrada, verás como todo va bien y pronto consigues curro y conoces más gente. A demás también tienes a Violeta, que por lo visto os lleváis muy bien. - Ya había vuelto a salir la pelirroja...

- Si, es verdad, supongo...

Siguieron hablando un rato más. A Chiara le había venido bien hablar con su hermana, necesitaba algo así, aunque no le hubiera podido contar todo lo que le gustaría. Cuando su hermana salió de su habitación, dejó que las lágrimas le recorrieran las mejillas. Era guay estar en Madrid con Martina, pero por el momento se sentía sola y un poco inútil, no tenía mucho que hacer mientras no tenía trabajo, y eso le daba demasiado tiempo para pensar. Y luego estaba Violeta, la necesitaba mucho más allá de todo, a parte de su hermana era la única persona que tenía allí, y ahora ni siquiera lo sentía así. No estaban siendo capaces de llevar la situación y les estaba pasando factura a las dos. Si Chiara pudiera hablar de todo lo de Paula con Violeta todo sería más fácil, necesitaba una opinión externa y no había nadie más que ella.

Al salir de la habitación de su hermana, Martina había ido a la de Violeta a pedirle ayuda, ajena a toda la situación entre ellas - Vio, te puedo pedir un favor?

- Claro, dime - respondió sin saber en donde se estaba metiendo.

- Mi hermana lleva unos días bastante tristona - a Violeta se le hizo un nudo en la garganta, pensando que podría ser por ella - No se muy bien por que es, supongo que se le está haciendo difícil el estar lejos de casa, y aparte dice que se siente un poco sola - el nudo en la garganta era más fuerte con cada palabra que pronunciaba Martina - supongo que también será por algo más, que no me quiere contar a mi porque soy su hermana mayor, ya me entiendes. Y yo últimamente estos días estoy teniendo mucho trabajo, y no tengo demasiado tiempo para dedicarle. Puedes proponerle algún plan para que se despeje, o por lo menos ir a hablar con ella a ver si a ti te cuenta algo más? Cuando está así tiende a encerrarse en si misma, y le cuesta mucho salir del bucle.