Chiara y Violeta subieron juntas con todas las maletas y con la comida al piso. Mientras, Martina iba a aparcar el coche, se solían mover en transporte público así que no pagaban plaza de garaje, se arrepentían de esa decisión cada vez que cogían el coche y les tocaba buscar sitio a la vuelta, era un infierno aparcar en esa zona.
- ¿También tocas la guitarra? - le preguntó Violeta mientras esperaban al ascensor, para romper el hielo, al ver que traía una funde de guitarra colgada en el hombro.
- Sii, me gusta mucho la música y toco la guitarra desde que soy pequeña. Lo del piano es algo más reciente, pero la guitarra me ha acompañado siempre.
- Que guay, ojalá saber tocar yo también. - dijo mientras la miraba con ternura.
- Cuando quieras te enseño. - respondió la menorquina con una sonrisa tímida.
El ascensor llegó y ambas subieron con todas las maletas.
- Me encantaría, pero antes quiero que me cantes algo a la guitarra, seguro que es increíble. - dijo mientras salía del ascensor con algunas mochilas y se dirigía a abrir la puerta.
- vale... - respondió la pequeña sin querer prometer nada, seguro que le daría vergüenza hacerlo llegado el momento.
Violeta consiguió por fin abrir la puerta e invitó a Chiara a entrar delante. - Te presento nuestro pisito. Tu habitación es la del fondo a la derecha, al lado de la mía, la solíamos utilizar como estudio y dejábamos ahí algunas cosas, pero ya lo hemos preparado todo. Tu hermana duerme en frente. - Era un piso bastante amplio en una buena zona al norte de Madrid pero bastante céntrica aún así. Al entrar tenía un pequeño recibidor, a la derecha la cocina y a la izquierda el salón-comedor con una amplia terraza. De frente había un pasillo que daba por la derecha a un baño, la habitación de Violeta y de seguido la de Chiara, a la izquierda la habitación de Martina y otro baño a continuación.
- Wow, me encanta el piso, me lo imaginaba bastante más pequeño. Me encanta. - volvió a repetir con una sonrisa en la cara.
- Me alegro mucho. Te acompaño a tu habitación a dejar las cosas y ahora te enseño bien el resto de la casa. - La granadina seguía sin entender porque Martina había dudado sobre si que Chiara viniera era buena idea, ella no podía estar más contenta. Le parecía una chica súper risueña y súper adorable y educada, sabía que harían buenas migas.
- Perfecto. - A la medio inglesa le encantó su habitación, entraba mucha luz y el armario era muy grande. A parte tenía un cómodo puff donde se podría sentar a tocar la guitarra. Estaba contenta, todo parecía ir bien de momento.
De un momento a otro entró Martina hambrienta por la puerta, obligándolas a detener lo que estaban haciendo para comer. - No me creo que aún no hayáis puesto ni la mesa. - ambas se miraron y rieron. - Dejar lo que sea que estéis haciendo y vamos a comer que estoy muerta de hambre. Preparad bandejas y comemos viendo algo en el salón .- Las dos obedecieron a lo que Martina les decía y tras prepáralo todo se sentaron a comer sushi las tres juntas en el sofá.
Una vez acabaron de comer Violeta se levantó a recoger las bandejas mientras las hermanas seguían tumbadas en el sofá a punto de dormirse. Ella se solía echar la siesta junto a Martina pero hoy no tenía sueño y decidió aprovechar ese rato para bajar a sacar dinero y a comprar algo de maquillaje que necesitaba hace tiempo. - Esta noche recoges tu eh marti, que la comida no me tocaba a mi, pero lo hago porque te quiero.
- Que siii pesada...- dijo al borde del sueño. - Ya lo hará la kiki.
- Si, tu sueñas - respondió la pequeña también a punto de quedarse dormida.
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Cada vez
Fiksi PenggemarChiara vive con sus padres y sus hermanos pequeños en Menorca, mientras su hermana mayor Martina hace ya varios años que vive en Madrid. Una vez acabado el instituto, indecisa sobre el rumbo de su futuro, Chiara decide irse un tiempo a Madrid con su...