Cada vez

El reencuentro

Sus miradas se cruzaron como si de una casualidad se tratase, cuando ambas se buscaban expresamente la una a la otra. La ilusión de la pelirroja era perfectamente notable, pero la de la morena era mucho más efusiva, al fin y al cabo Violeta ya iba sabiendo que iba a ver a Chiara, pero la inglesa iba completamente a ciegas, y esto fue una gran sorpresa para ella.

Chiara se negaba a apartar los ojos de la reportera, temiendo por si fuera un sueño, o por si fuera a desaparecer en cualquier momento. Ambas estaban tremendamente ilusionadas y felices, y no pudieron evitar sonreírse, esa sonrisa cómplice que agradecía esa cercanía y transmitía lo que se habían echado de manos.

Y sin dejar de mirarla comenzó a cantar aquella canción que había dado comienzo a su carrera, ese primer single que con todo su cariño había dedicado a la pelirroja y que todo el mundo coreaba junto ella. Incluso la misma Violeta se la cantaba de vuelta, se la dedicaban la una a la otra.

Al escucharla en directo, Violeta se transportó a aquella noche de su cumpleaños cuando escuchó la canción por primera vez, y la sintió de la misma manera. Por un momento pareció que el tiempo no había pasado, que seguían en octubre cuando Violeta iba a ver a Chiara cantar en el pub, como si sus caminos nunca se hubiesen separado y fueran a volver a casa juntas.

Chiara intentó también ser consciente de lo que estaba viviendo y disfrutar del resto del público que estaba allí por ella, pero no podía evitar desviar su atención a la pelirroja. Al terminar cada canción, las oleadas de aplausos rompían su burbuja y la devolvían a la realidad, pero mientras cantaba solo existían ellas dos, eso no había cambiado, los ojos de Violeta seguían siendo su refugio cuando había mucho ruido al rededor, y cantarle a ella era su lugar seguro. Nunca había dejado de serlo.

Esa noche para Chiara estaba siendo realmente emocionante, sentía todo el cariño del público, cómo todas las personas que había ahí la entendían, y para ella no había nada más gratificante. A parte estaban sus amigos apoyándola y había venido Violeta, la persona que más necesitaba en esos momentos, esos ojos que absorbían su ansiedad y esa sonrisa que le aportaba toda la tranquilidad que necesitaba para afrontar ese momento que no olvidaría nunca.

Violeta era incapaz de asimilar todo lo que estaba sintiendo, por una parte le desbordaba el orgullo que sentía por la morena, después de haberle acompañado en gran parte del camino, verla encima del escenario con todo ese público tan entregado a ella le llenaba el corazón. Por otra parte sentía que los ojos de la menorquina le perforaban el alma, a veces gritaban 'socorro' , gritaban 'ayuda', pero otras veces también 'te quiero' , 'gracias' o 'te he echado de menos'. No habían necesitado más que sus miradas para volver a conectar y entenderse, saber que no se habían perdido, que seguían ahí la una para la otra y que ambas habían ansiado ese reencuentro con todas sus fuerzas.

Y llegado el final del concierto, Chiara decidió terminarlo de la mejor manera posible

- Y para terminar, antes de despedirme, me gustaría cantar una canción, que no es mia, pero que me ha acompañado en muchos momentos importantes y que significa mucho para mi. Espero que la disfrutéis tanto como lo hago yo - y terminó con un sutil guiño a la pelirroja, que le aviso de lo que se venía

Mientras los primeros acordes de la canción sonaban agarró el micrófono con fuerza, miró hacia arriba y respiró hondo, antes de volver a dirigir la mirada, esta vez mucho más exageradamente, hacia la pelirroja. Violeta solo con las primeras notas ya pudo reconocer la canción, e incluso antes de que empezara a cantar sus ojos ya comenzaron a aguarse, 'Creep' se había convertido en su debilidad. Al ver a la granadina así, Chiara se convirtió en su reflejo y empezó a llorar de igual manera, pero aún con la voz rota y con las lágrimas recorriéndole la cara pudo terminar la canción y disfrutar de los últimos aplausos de su público.