Cada vez

Juntas

Llegaron a casa y Violeta le dio su espacio, necesitaba hablar las cosas con ella, pero sabía que cuando estaba así necesitaba tiempo. Chiara se fue directa a su habitación, se tumbó en la cama y se puso música en los auriculares, necesitaba desconectar. Por su parte Violeta tenía hambre y se dirigió a la cocina, quedaban cosas por recoger que debía hacer Chiara, pero que hizo ella, y cuando terminó hizo la cena para las dos. Cocinó unos filetes de pollo e hizo una ensalada, se fue con lo suyo a cenar al salón y dejó lo de la pequeña tapado en la cocina.

Eran ya las 10 y a la menorquina le había entrado el hambre también, llevaba sin comer nada desde las 2. Aún así no sabía si quería salir, debía tener los ojos hinchados de tanto llorar y se encontraría a Violeta si o si, a pesar de ello salió. Oyó la tele en el salón y resopló aliviada, fue directa a la cocina. Se sorprendió al ver la cocina recogida y su cena hecha, en el fondo lo agradecía, no le apetecía nada ponerse a hacerlo ella. Pero eso no iba a cambiar nada de lo que había pasado.

Terminó de cenar, salió de la cocina y se atrevió a asomarse al salón para dar las gracias, a pesar de todo era lo que sentía.

- Gracias por la cena y por recoger - dijo Chiara algo seria, para después irse. Un rayito de esperanza iluminó a la granadina.

- Espera Kiki, no te vayas porfa - Chiara paro en seco y retrocedió

- Si me vas a decir que lo sientes, ya lo sé, me lo imagino. Gracias, pero no es suficiente... - respondió la inglesa en un tono triste - y creo que si hablamos ahora voy a decir cosas que aún que las sienta en este momento, me voy a arrepentir en un futuro de haberlo dicho en caliente...

- Todo lo que me puedas decir ahora mismo me lo merezco, pero se que lo que te pasa no solo es que haya llegado tarde... y si tengo que explicarte algo prefiero hacerlo y que me digas lo que sientes, a que lo pases mal por cosas que no son - dijo Violeta con una ligera sospecha de que había hecho algo más, de lo que no era consciente

- Es que no son cosas que no son... si que son, y es lo que me duele - respondió Chiara desde la puerta

- Entra, siéntate y hablamos porfa

- Si digo algo fuera de lugar lo siento, pero he avisado

- Tranquila - dijo Violeta en un tono calmado - Yo se lo que he hecho mal, pero quiero que me lo cuentes todo, desde el principio, porque me temo que no es solo eso, a que no?

- Claro que no - según lo pensaba se empezaba a enfadar más, el nudo en su garganta crecía y sus ganas de llorar otra vez iban en aumento - hoy era un día tan importante para mi, y os ha dado tan igual a todos.... - las primeras lágrimas empezaban a deslizarse por sus mejillas

No era cierto, pero como si lo fuera, entendía que ella lo hubiera visto así. Se le rompía el alma al verla de esa manera, destrozada, recordaba lo ilusionada que estaba esa mañana, y ya no quedaba ni rastro de esa ilusión en ella, todo se había destruido, ella lo había destruido. No quería, pero la situación no le daba otra salida, las lágrimas caían también por el rostro de la pelirroja.

- Sabía que no era buena idea esto... - dijo Chiara ante la situación, poniéndose de pie para irse.

Violeta le cogió de la mano e hizo que se volviera a sentar. - Se que ahora mismo te diga lo que te diga, no va a ser razón suficiente para perdonarme, pero déjame que te diga la verdad. - Chiara la miraba atenta - Desde que he visto tu cara de ilusión esta mañana, llevo todo el día pensando en ir a verte, y por fin volver a oírte cantar. Hemos ido a comer a casa de Salma y he perdido la noción del tiempo, he bebido y no sabía qué hora era, pero en ningún momento he dejado de pensar en volver a verte, te lo juro. En cuanto me he dado cuenta de la hora, he salido corriendo, pero ya era tarde.... - le explicó siendo totalmente sincera