Coincidencias

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Por fin dieron las 6, era la hora a la que habían quedado en el bar de siempre. A jugar un futbolín y beber unas cervezas, como solían hacer. Se encontraron y se saludaron todos entusiasmados. Desde finales de verano no se veían todos, y tenían muchas cosas que contarse, aunque la mayoría vivieran en Granada, no coincidían tan a menudo. Pero la vuelta de Violeta era la excusa perfecta para volver a encontrarse y celebrar Halloween juntos como todos los años.

Desde que no se veían, Javi y Nico, dos del grupo, se habían ido a vivir juntos, porque habían encontrado trabajo en la misma zona, Víctor había conocido a una chica y se habían hecho novios y Gabriela seguía en su línea, trabajos temporales que le pagarán el piso y mucha fiesta. En el grupo eran 3 chicos y 3 chicas, contándolas a ella y a Denna, en el pasado habían sido más, pero por peleas y distanciamientos se habían quedado ellos, un grupo increíble.

Las chicas tenían la misma edad, pero los chicos no, Javi y Nico eran mayores y Víctor más pequeño, se habían criado en el mismo barrio y la edad nunca había importado. Para Violeta los dos chicos habían sido como sus hermanos mayores, siempre la habían defendido y se habían preocupado por ella más que nadie, se sentía segura con ellos. Aunque no se contarán todo siempre, sabía que podía contar con ellos, y el cariño que se tenían era enorme.

Con Víctor y Gabriela tenía una relación algo más especial. A pesar de ser más pequeño, Víctor y ella habían conectado desde siempre, acostumbraban a contarse sus cosas y sus problemas día a día y tenían una relación muy cercana, a demás era incluso más cariñoso que ella y eso le encantaba. Con Gabi lo que las conectaba era que a las dos les gustaran las chicas, era la primera persona con la que había salido del armario y a la que le contaba siempre sus bollodramas, se entendían como nadie.

Y con Denna sobraban las palabras, eran como hermanas, desde bien pequeñas se habían pasado el día la una en casa de la otra. Sus madres eran mejores amigas y eso había creado un vínculo irrompible entre ellas, sin duda era su mejor amiga. Todo el grupo ya eran como una familia, con sus roces y sus piques, pero se querían y se cuidaban muchísimo.

- Un futbolín o que? - preguntó Javi, cuando habían terminado de ponerse al día

- Yo voy a por otra cerveza y me apunto, pillo otra ronda para todos - contestó Nico

- Vio y yo ahora vamos, id jugando los cuatro - añadió Gabriela. Y Denna, Víctor y los otros dos chicos se dirigieron al futbolín a jugar la primera partida.

- ¿Que quieres saber Gabi? Que te conozco de sobra - comenzó Violeta

- El porque no me has contado de tus romances en Madrid guapita, que tiene que esperarse una a verte en persona. Para que tienes móvil si se puede saber? - Violeta era un desastre respondiendo mensajes, y su amiga le había respondido un par de veces a sus historias con Chiara y ella aún no le había contado nada.

Violeta se rio - Sabes de sobra que soy un desastre Gabi, perdóname

- Pues yo también te tengo que contar, pero quiero saber lo tuyo primero

- Es la hermana pequeña de mi compañera de piso, se ha venido a vivir estos meses con nosotras, y pues.... eso, hemos conectado un montón... - Violeta le contó un poco la historia con más detalle

- Me alegro un montón Vio, que guay en verdad. Pero que coñazo meterte en una relación ahora - Gabriela siempre había sido así, siempre en contra de las relaciones, Violeta estaba acostumbrada y se rio

- Eres una envidiosa, ya te llegará una que te cambie el chip

- A propósito, sobre eso, que la tía con la que me estoy hablando ahora conoce a tu novia

Cada vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora