De vuelta

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Después de comer se volvieron a tumbar en la cama, entrelazándose la una con la otra. Chiara miraba a su alrededor fascinada por cómo había quedado la habitación, era tan ellas. Se dio cuenta de que la mirada de Violeta caía sobre ella y evitó mirarla de vuelta, siempre le había hecho gracia hacerle de rabiar

Violeta le agarró entonces de la mandíbula y giró su cara hasta que quedaron frente a frente - No me miras?

Chiara apartó la mirada y negó con la cabeza, entonces la granadina decidió jugar sucio y se acercó peligrosamente a su cuello de tal manera que la morena notara el aire de su respiración sobre el, mientras lo recorría con las yemas de los dedos

- Te estás pasando... - murmuró la inglesa con una sonrisa

- Es culpa tuya - afirmó sin moverse ni un centímetro de la posición en la que estaba

- Y que quieres? - dijo poniéndose a su altura y juntando su frente a la de Violeta, mirándole ahora si a los ojos

La granadina le respondió con un corto pero intenso beso - A ti

Chiara esbozó una sonrisa, de esas imborrables que solo le salían cuando estaba con Violeta - Hasta que hora trabajas?

- De 6 a 10 trabajo, pero estos van a casa de Salma antes. Juanjo ha invitado a Martin y a Bea, y tu hermana va con Alex, vete pronto con ellos si quieres y cuando acabe me uno yo

- ¿Yo? ¿En casa de Salma? ¿Sin ti? No gracias, me quedo estudiando hasta que acabes que tengo pruebas de solfeo el lunes

- ¿Paso a por ti luego entonces?

- Mhm - asintió con la cabeza

- Pues elígeme tu hoy el outfit para que esté cuando llegue y tardemos menos

- ¿El que yo quiera?

- El que tú quieras - le guiñó un ojo

Entre miradas, besos y caricias pasaron en su habitación el tiempo que quedaba hasta que Violeta se tuviera que ir al trabajo. Llegada la hora se puso unos vaqueros y una sudadera cómoda, ya que llevaba toda la mañana en casa en chándal, se lavó los dientes, se peinó y fue a la entrada a calzarse.

- Te acerco en coche? - propuso Chiara

- Y si vamos andando y luego te quedas a tomarte algo? - prefirió la reportera

- Y así veo a Irene dices? - preguntó, porque en su día la compañera de Violeta se había fijado también en ella

- Sii, justo por eso lo decía - respondió en el mismo tono irónico mientras terminaba de atarse los cordones - Entonces que, te vienes?

- Pero solo un ratillo eh, luego me subo a estudiar

- Que si empollona que si...

Llegaron y Chiara se sentó en la mesa más cercana a la barra, desde donde podría ver mejor a Violeta. En seguida la pelirroja le trajo un café y un trozo de tarta de chocolate, y la menorquina se puso entonces a leer un libro que se había traído. Había echado mucho de menos aquel sitio y sentarse allí durante horas mientras Violeta trabajaba, con tal de estar así cerca de ella.

Disfrutaba del aroma dulce que había en ese sitio por las tardes, antes de que los primeros jóvenes llegaran a pedir las primeras copas de la noche, disfrutaba de cada uno de los agudos quejidos que se oían cada vez que las tazas o cubiertos chocaban con los platos y de las suaves caricias que dejaba Violeta en sus mejillas cada vez que pasaba por detrás de ella.

Todo esto hubiera hecho que se quedara allí toda la tarde, hasta que Violeta terminara su turno. Pero sabía que debía estudiar un rato y luego prepararse para que no llegaran tarde, a parte de elegir el outfit de Violeta, que era algo que le fascinaba hacer. Así que a las 8 en punto se levantó de su sitio con todas sus cosas y fue hacia la barra a despedirse de la granadina y a pagar.

Cada vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora