Cap. 22

1.3K 139 5
                                    

Narrador omnisciente: 

Las puertas del hotel se abrieron con un golpe seco sobresaltando a todos los que se encontraban en la sala, el demonio entró mientras ensordecedoras estáticas sonaban a su alrededor. Pasó de largo sin mirar a nadie y subió las escaleras como un torbellino mientras los presentes se miraban tratando de descifrar lo que acababa de pasar, nadie había visto antes a Alastor de esa forma, siempre se mostraba calmado e impasible, pero esta vez se le veía inquieto por algo.

Ángel miró a la serafina, la cual seguía observando el pasillo por el que había desaparecido el ciervo sin saber muy bien que debía hacer, se había hecho el silencio tras la entrada y nadie se atrevía a romperlo... La ángel se veía algo preocupada e indecisa sobre si debía ir a buscarlo o quedarse donde estaba; debido al camino que había tomado, se imaginaba que habría ido a la sala de radio pero era probable que quisiese estar solo. Un fuerte golpe se oyó desde arriba y todos saltaron, Charlie miraba a Vaggie sin entender que estaba pasando y Husk solo negaba con la cabeza mientras recolocaba un par de botellas en el expositor, era el menos asustado de los presentes.

Otro fuerte golpe sonó y Raquel se puso en pie, iba a encaminarse hacia la sala, no sabía que estaba pasando pero tenía un mal presentimiento... Más golpes sucedieron tras ese y ella se encaramó hacia las escaleras.

-Yo no haría eso- se oyó a Husk desde la barra, todos se giraron a verlo y la serafina se detuvo en el primer escalón- el jefe querrá estar solo, no creo que sea conveniente molestarle y más cuando se enfada de este modo- ella miró hacia el pasillo debatiendo sobre si hacerle caso o no, pero una serie de golpes fuertes hicieron que volviese a su lugar en el sofá al lado de la araña la cual le pasó un brazo por los hombros. El gato era el que más lo conocía, si él sabía que cuando estaba en ese estado era mejor que estuviese solo, ella no iba a rebatirlo.

Miró a Ángel mientras se preguntaba si esto se debería a algo de la noche anterior, para ella todo había sido perfecto y creía que para él también... Ángel la tranquilizó mientras ponía una mano encima de la suya. Charlie le preguntaba a Vaggie si no debería ir a ver que pasaba pero esta le decía que esperase a que el demonio se calmase pues ahora no iba a conseguir nada... Más golpes siguieron a lo largo de lo que pareció una eternidad, nadie sabía que estaba pasando pero parecía que estuviese haciendo añicos la sala de radio...

Oyeron como se rompían unos cristales y los vieron caer delante de la puerta principal desde arriba, por el lugar en el que habían caído sí que debía estar en la sala y eso debía pertenecer a una de las ventanas... Otro cristal estalló y más cristales cayeron...

Nadie sabía como reaccionar, no entendían que pasaba y que le habían podido hacer al demonio para que perdiese la cordura de esa forma, si por algo conocían a Alastor era por su personalidad tranquila y metódica, nunca perdía los nervios o el control por lo que algo grave tenía que haberle pasado.

-¿Alguna vez había reaccionado así?- preguntó Charlie mientras miraba a Husk, este había terminado detrás de la barra y se encontraba en uno de los sofás medio tumbado y completamente tranquilo.

-Que yo recuerde, solo una vez... Cuando un Overlord casi lo derrotó...- Raquel sintió una mezcla de tranquilidad por saber que no estaban en esta situación por culpa de la noche anterior y preocupación, pues la idea de que pudiesen derrotar al demonio le llenaba de pánico ¿Y si estaba herido?

-¿Te había dicho algo de si iba a enfrentarse a alguien hoy o algo por el estilo?- Vaggie tenía la lanza al lado y estaba preparada para cogerla en caso de que las cosas se pusiesen feas y Alastor se hubiese descontrolado.

-Tenía una reunión, dudo que se haya enfrentado a alguien allí- se encendió un cigarro a lo que Ángel extendió la mano esperando que le regalase otro- pero puede que lo hayan retado... Estas cosas son así...- se encogió de hombros con indiferencia y guardó la cajetilla de tabaco dejando a la araña sin uno.

La serafina (Alastor y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora