Narrador omnisciente:
Los últimos días antes del exterminio pasaron, la torre marcaba el "1" en el centro de la ciudad alertando a todos los demonios de que el peor día del año estaba por llegar; en el hotel el ambiente era tenso, todos se encontraban preparando los últimos detalles antes de que empezase la batalla.
Con el paso de los días habían sido capaces de reunir a más demonios que deseaban enfrentarse a los ángeles, muchos de ellos por motivos egoístas, pero estaban dispuestos a luchar y eso era algo que no podían rechazar a estas alturas, se estaban preparando en el salón mientras Carmilla y sus hijas les daban lecciones de combate cuerpo a cuerpo.
-Parece mentira que sea mañana- susurró la serafina, a su lado Ángel asintió con tristeza.
-Finalmente, llegó el gran día- musitó mientras veía como Charlie y Vaggie tapiaban una ventana pensando que cubrirlas de maderas serviría contra el ataque de los ángeles.
-¿Y si abandonamos el hotel y nos escapamos todos?- sugirió ella mientras miraba a su amigo, seguía insegura respecto a la idea de abandonarlos pero todos se habían mostrado tajantes ante las opciones de la chica, opciones por decir mucho pues solo tenía una, irse a otro anillo.
-Sabes que no podemos hacer eso, Raquel, el exterminio es oficial, y siendo nosotros, aunque nos escapemos nos encontrarán, vendrán a por todos nosotros- la ángel sintió un nudo en su estómago al oír esas palabras, la mayor parte de esto era su culpa, ella era la que se había alojado allí y los había inmiscuido en su pelea contra el Cielo.
-Alguna otra solución habrá- la araña le sonrió mientras ponía una mano en su hombro.
-Si la hay, ya es muy tarde para buscarla, debemos disfrutar de nuestro último día antes de la batalla en lugar de llorar por esta, ¿vale?- Raquel asintió notando como la araña volvía a mirar hacia el primer piso- he pensado que podríamos ir de fiesta, sería una buena forma de airearnos un poco- la chica se encogió de hombros.
-Lo que tu prefieras, eres el experto en estos temas- Ángel le sonrió mientras se estiraba para volver a su cuarto.
-Pues está dicho, nos iremos todos los del hotel de fiesta esta noche, vamos a quemar la ciudad una última vez- cada vez que alguno del hotel hacía referencias a que sería la última vez que hiciesen algo, el corazón de la serafina se encogía pensando en las posibilidades que tenía de perderlos, los quería demasiado, no se imaginaba su estancia en el Infierno sin Ángel o Husk, sin Niffty, Charlie o Vaggie y mucho menos sin Alastor.
-Iré a decírselo a los demás- dijo la chica mientras bajaba las escaleras para comentárselo a las chicas, a pesar de que Charlie estaba emocionada, Vaggie se encontraba algo dudosa.
-¿No creéis que el día de antes de una batalla lo mejor sería estar descansados? ¿Cómo vamos a luchar con resaca?- Charlie cambió de opinión asintiendo enérgicamente, pero Raquel solo levantó una ceja.
-A mí me sirven las dos opciones pero vais a tener que ser vosotras las que se lo digáis a Ángel- no le apetecía enfrentarse a su amigo y todos sabían como se ponía este cuando le llevaban la contraria, Vaggie se encogió de hombros antes de encaminarse escaleras arriba para llamar a la puerta de la araña, la discusión se escuchó por todo el hotel mientras peleaban por qué era lo que debían hacer esa noche.
-Se está liando buena- Husk se unió a las dos chicas que observaban desde abajo como los dos peleaban- ¿se puede saber qué pasa ahora?
-Ángel quiere salir de fiesta, Vaggie dice que es mejor descansar- dijo Charlie sin apartar los ojos de su novia controlando que no se lanzase a por el chico.
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La serafina (Alastor y tu)
FanfictionRaquel, una serafina castigada por desentrañar secretos celestiales, es despojada de su magia y desterrada al Infierno. A medida que Raquel se adapta al caos infernal, encuentra amistades inesperadas y enfrenta desafíos morales que deberá superar co...