Narrador omnisciente:
Raquel despertó palpando el lado opuesto de su cama, esperando encontrar al demonio ahí, sin embargo abrió los ojos una vez se dio cuenta que este no solo estaba vacío sino que también se encontraba helado, lo que quería decir que Alastor se había ido hacía tiempo.
Se incorporó mientras trataba de mirar a su alrededor buscando alguna señal de porque se había marchado tras la noche que habían pasado, sin embargo aún seguía medio adormilada y se mareó debido a la velocidad en la que se había levantado. Apoyó la cabeza entre las manos y sintió como poco a poco iba despertando mientras recordaba lo que había sucedido antes de que se fuesen a dormir, esa no había sido ella, se había dejado llevar por el momento y había empujado al demonio a hacer algo que igual no quería, se sentía mal a pesar de que al acostarse era la persona más feliz en el Infierno, a lo mejor era por eso que se había marchado, pues estaba molesto con ella.
Miró a su alrededor tratando de encontrar alguna pista que le indicase a dónde se podía haber marchado el ciervo, sin embargo el cuarto estaba igual a la noche anterior, excepto por la vela casi consumida que reposaba en la mesa de noche, frunció el ceño sin saber todavía como se sentía respecto a ello.
Se levantó y fue al baño para lavarse la cara y prepararse para una nueva mañana en el hotel, tenía la parte interior de los muslos pegajosa y eso le dio un poco de vergüenza mientras preparaba la bañera, se sumergió en silencio viendo como Gato se sentaba en el lavabo observándola, le sonrió mientras dejaba que el agua la cubriera por completo a lo que el felino solo se tumbó mientras bostezaba en dirección a su dueña.
No supo cuanto tiempo pasó en la bañera pero cuando se sintió con las fuerzas medianamente renovadas supo que era el momento para emprender el nuevo día y enfrentarse a la noche anterior, para lo que primero debía encontrar al ciervo, se envolvió en una toalla y salió del baño encontrándose a Alastor en uno de los sillones leyendo, la búsqueda había sido más sencilla de lo que esperaba.
-¿Al?- preguntó ella como si no supiese perfectamente que era su pareja, este solo levantó la cabeza y le sonrió ampliamente.
-¿Cómo te has levantado querida? Has dormido como un lirón, casi roncabas en pequeños momentos- ella notó como toda la tensión de su cuerpo desaparecía, estaba ahí, sonriéndole por lo que no debía estar molesto por la noche anterior.
-Pensaba que te habías enfadado, como te habías marchado cuando me he levantado...- se sinceró mientras se dirigía al armario con la cara un poco roja debido a que se encontraba solo con una toalla cubriéndola, aunque después de lo que había pasado la noche anterior dudaba que supusiese algún cambio el que la viese en ese estado.
-¿Por qué iba a enfadarme serafina?- preguntó dejando el libro a un lado y mirándola de arriba a abajo mientras ladeaba la sonrisa, Raquel no se percató de eso y siguió mirando el armario mientras decidía qué se iba a poner ese día, notaba la mirada del ciervo sobre ella y eso la estaba poniendo un poco nerviosa, se giró mientras cogía una percha con una blusa de manga corta de color granate y se la enseñaba para que le dijese si le gustaba.
-Pensé que ayer te había podido forzar a hacer algo que no quisieses y por eso te habías ido por la mañana- él se rio mientras asentía indicando que la prenda le agradaba.
-¿Tú? ¿Forzarme?- ella solo le sacó la lengua mientras escogía una falda tableada negra y unas medias a juego, se giró para entrar al baño pero los brazos del demonio la agarraron por la cintura haciendo que cayese en su regazo.
-AL- gritó mientras trataba de seguir cubierta por la toalla dejando caer toda la ropa por el camino.
-Me parece adorable que pienses que me puedes forzar u obligar a algo, serafina- rio mientras veía como ella batallaba porque no se viese nada que no se debía ver, él solo lamió su cuello notando como la piel de la ángel se erizaba.
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La serafina (Alastor y tu)
FanfictionRaquel, una serafina castigada por desentrañar secretos celestiales, es despojada de su magia y desterrada al Infierno. A medida que Raquel se adapta al caos infernal, encuentra amistades inesperadas y enfrenta desafíos morales que deberá superar co...