El hospital

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Esa misma noche, en Chicago.

-Hola, princesa - entró Scott en la habitación de Chris.

-Scotty- lo abrazó - Aún no ha despertado. Tiene puesto el suero , pero me pone de los nervios que no esté comiendo de verdad.

-Tranquilízate y ves a darte una ducha. No es nada malo, pero hueles mal.

-Lo sé. No quería moverme de aquí.

-Pues ves a casa y date una ducha, duerme un poco.

-No pienso dormir hasta que tu hermano no esté en casa.

-Nicky, apágate - se rió - Tienes que apagarte de vez en cuando para seguir viviendo.

-Está bien, lo voy a intentar. - se separó de él - Cuídalo, por favor.

-Me ofende que lo dudes

-No lo dudo, simplemente remarco mis prioridades.

-Va, vete ya - la sacó de la habitación y cerró la puerta.

Horas después, Chris despertó

-No sabes la que has liado, papá - le sonrió Scott

-Ei...¿cómo?

-Tu pequeño impedimento la ha liado mucho.

-¿Dónde está Nicky?

-La he mandado a casa. Tenía que ducharse y dormir.

-Ha estado aquí todo el rato, ¿verdad?

-Lleva aquí un par de días, sí. Se fue anoche. Dudo mucho que tarde en llegar.

-No hay manera de que de apague, ¿verdad?

-Eso le he dicho yo. ¿Quieres agua?

-Por favor

Scott le ayudó a beber y volvió a dejar la botella en una mesita

-¿Cómo te encuentras?

-Bien. Me duele un poco el pecho, pero me encuentro bien.

-¿Te pongo al día?

-Por favor.

-Bueno, agárrate. Debes saber que el pequeño Chris quiere mucho a su padre.

-¿Qué ha pasado?

-Se enfadó con Nicky porque no le dejaba venir. Le dijo cosas muy feas.

-No...

-Tranquilo, ya hablamos con él y está todo arreglado. Esto te va a gustar más; Nicky te trajo ella sola al hospital y no se separó de ti hasta anoche.

-Mi mujer...a veces creo que no la merezco... - sonrió

-No hables así. Sabes que te adora.

-Sí. Estoy deseando que vuelva para que vea que estoy bien.

-Si no llega en una hora, yo misma la llamaré.

Justo al decir eso, la puerta se abrió.

-Hola, Scott. Ya estoy aquí. Ya puedes irte a descansar. - dijo Nickole entrando

-Ya se ha despertado - sonrió

-¿Sí? - sonrió - Chris, ¿estás despierto? - fue hacia él

-¿Me estabas echando de menos? - le dijo Chris

-Por supuesto que sí - lo besó - Estaba muy preocupada por ti.

-Estoy bien. Me duele un poco el pecho, pero estoy bien. ¿Cómo están mis niños?

Cuando el destino está escrito (secuela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora