Cuando el destino está escrito (secuela)

Decisiones

-Waw... - se quedó contemplando Chris a Nickole una vez se vistió

-¿Estoy bien? - modeló el vestido para su marido

-¿Bien? ¡WAW! Se supone que habíamos quedado para salir.

-Y vamos a salir.

-Pero quieres mantenerme despierto. Buena jugada - la besó - Voy a ser la envidia de todos.

-Yo sólo tengo ojos para ti, mi amor - lo besó

-Lo sé - sonrió - Soy el hombre más afortunado de el mundo entero y mi mujer es la mejor de el universo.

-Te amo. Más que a nada en este mundo.

-Lo sé. Por eso me van a tener envidia, porque eres mía nada más.

El teléfono de Nickole sonó y ella contestó al instante.

-Hola, mi amor - contestó

-Mami, soy Chris

-Tengo identificación de llamada cariño. ¿Todo bien?

-Te echo mucho de menos.

-¿A mí o a papá?

-A los dos. No estáis aquí...

-Cariño, pero no estáis solos

-¿Cuándo volvéis?

-En unos días, mi amor.

Chris cogió el teléfono y preguntó:

-¿Todo bien?

-¡Pa!

-¡Rubio hermoso! ¿Estás bien?

-Me hacéis falta.

-Tranquilo, no estaremos aquí siempre, volveremos en unos días.

-Os echo mucho de menos.

-Y nosotros a vosotros. ¿Qué tal estás?

-Bien. Estudiando.

-Y, ¿por qué nos echas tanto de menos?

-Todos os echamos de menos, yo he decidido llamar

-¡Ese es mi niño!

-Holaaaa - se escuchó la voz de Robert - Favoritismos, ¿eh, papá?

-Algún día te explicaré como me comporté de verdad cuando naciste, Robert Scott. Y quien te puso el nombre y esas cosas. Y te vas a reír cuando te diga quien fue el primero que te limpió los hue

-¡Chris! - lo regañó Nickole

-¡No, Nicky! Me fastidia cuando empieza en ese plan. Tú sabes lo que yo quiero a Rob desde antes de que naciera. Me pone enfermo que crea que no le quiero.

-Rob, no te pases con tu padre, por favor - cogió el teléfono

-¿Papá fue el primero que me limpio los hue?

-Sí. Yo estaba demasiado ocupada haciéndome la dormida para que todo el mundo se fuera y tu padre te cambió el pañal. Tu padre te adora. Deja de machacarlo tanto.

-¿Cuando venis?

-Danos unos días, ragazzo. Papá y yo también necesitamos descansar.

-Ya, descansar.

-Cuida tu boca si no quieres que te la tire abajo cuando llegue.

-¡Ey, mamá! ¿Qué es esa agresividad?