Cuando el destino está escrito (secuela)

Little Nicky

-¡Buongiorno, princippessa! - la despertó Robert abriendo las cortinas - ¿Cómo estás? ¿Cómo te encuentras?

-Me duele la cabeza. No hagas esto nunca, Robbie.

-Tranquila, no lo haré. Te he subido el desayuno y una pastilla por si tenías dolor de cabeza. Menos mal que tu hijo está en todo, ¿verdad?

-Gracias, cariño. ¿Estaba muy mal?

-Enfadaste a papá y todo.

-¿Cómo?

-Sí. Lo llamaste y hablaste con él. Él dijo que no estaba enfadado, pero estaba bastante molesto. Aunque si quieres rebatirle, el había fumado hierba.

-No me gusta cuando tu padre fuma hierba. Lo odio muchísimo.

-Lo sé. Por eso te doy un arma, por si le da por atacar.

Nickole se sentó y Robert le puso la bandeja en las piernas.

-Siento mucho si te lo hice pasar mal, Robbie.

-Tranquila, mamá. Me dejaste cuidar de ti y no la liaste.

-No me gusta darte esos ejemplos.

-Mamá, tranquila. Cómete eso, tómate esa pastilla. Tú y yo nos vamos a dar un paseo, lejos de cualquier tipo de alcohol. Vamos a pasarlo bien y no vas a pensar en papá.

-¿Podemos llamar para preguntar por tus hermanos?

-Están todos en clase, Howie parecía bastante preocupado por ti esta mañana, pero está trabajando. Papá lleva llamando toda la mañana a tu teléfono y el abuelo ha dicho que va a limpiar la piscina para que te des un chapuzón.

-Ok, está bien.

-¿Quieres llamar a papá?

-Luego lo llamaré, tengo que devolverle lo del beso.

-Vaya par - sonrió - Por cierto, mamá...te ha llamado Nicky - tragó saliva - En el identificador ponía "Little Nicky".

-Luego llamaré a ver que pasa, ¿sí?

-Mamá, no la llames, por favor.

-¿Por qué?

-No quiero...simplemente no creo que me haga bien saber de ella.

-No te cuento nada si no quieres, pero soy su madrina. Si me necesita tengo que estar ahí, Rob.

-Y yo soy tu hijo y te pido por favor que no lo hagas.

-¿Qué me he perdido, hijo? Ayer decías que la echabas de menos.

-Y la echo de menos. Pero si vas a hablar con ella, voy a querer saber. Y si sé, me voy a volver loco porque no puedo traerla de vuelta a casa.

-Cariño, lo siento. Voy a llamarla por que es raro que Nicky me llame. Además, es normal que quieras saber. Y créeme, es mejor saber por que si no, te vas a volver más loco, mi vida. Yo sabía lo que pasaba con tu padre porque salían cosas sobre él por todos lados, pero él lo pasó fatal por que no tenía noticias mías.

-Voy a decirle a papá que la llame. Yo no estoy con él y hoy estoy egoísta con mi madre - la abrazó

-También me gusta esa opción - besó su cabeza - Te quiero con mi vida, Robert Scott.

-Y yo a ti, mamá - se secó la lágrima y se levantó

-¿Dónde quieres que vayamos? - preguntó para cambiar de tema.

-No sé, a dar una vuelta. Necesitamos aire fresco.

-¡Ey! Somos tú y yo, ¿no? No está papá, no están tus hermanos...¿qué te parece si vamos a uno de esos sitios donde explotan globos de pintura con dardos?