Cuando el destino está escrito (secuela)

Solo recuerdo amarte

Unos minutos más tarde, Chris llegó con un par de waffles con miel y canela.

-¡Qué bien huele eso! - sonrió Nickole
-Es tu desayuno, merienda y postre favorito.
-¿Cómo lo sabes?
-Yo te crié - le dio los waffles - Creciste en mi casa junto con Scott, Carly y Shana. Te criaron mis padres, Robert y Lisa. Querías muchísimo a mi padre.
-Por eso Rob dijo que le puse el nombre del hombre al que más quería...
-Sí. Realmente yo lo escogí, pero tú estuviste de acuerdo. Te traía waffles todos los días, jugábamos a fútbol y te encantaba dormir conmigo. Desde el primer día quisiste dormir conmigo. Siempre has sido muy egoísta conmigo, igual que yo contigo. El día antes de nuestra primera boda, tu familia te dijo que debías dormir sola - sonrió - No podías dormir sin mí y fuiste a tocar a la puerta para que dejasen salir a tu prometido. Ya teníamos a Rob para ese entonces.
-¿Por qué debíamos dormir separados?
-Tradiciones raras de tu familia. Al final, tu padre me dijo que me fuera contigo y pudiste dormir bien.
-¿Dependo de ti para dormir?
-Sí, lo siento. A mi me pasa lo mismo.
-¿Tanto nos queremos?
-Tanto y mucho más. Eres la mujer de mi vida y yo siempre he sido el hombre de la tuya. En cualquier momento de tu vida, siempre lo he sido.
-¿Y porque no te recuerdo? Si todo era tan bonito, ¿por qué no me acuerdo de tí?
-No lo sé. Pero yo no me voy a dar por vencido. Nunca. Eres lo más grande que me ha dado la vida y no pienso dejarte ir.
-Cuéntame más. Quizás pueda recordarte. Quiero recordarte, de verdad.
-Lo sé. Después de casarnos nos fuimos de luna de miel a Grecia. El primer día fue un desastre total, casi te vas dejándome solo, pero entendiste que tenía jetlag y solo necesitaba descansar. Al volver, te enteraste de que estabas embarazada de Kristin. Me alegré tanto...Kristin nació prematura y tuve que cuidarla durante un tiempo. Mereció la pena y lo volvería a hacer mil veces. Volvimos a encontrar a tu amiga Tasha un par de años después y te quedaste embarazada del rubio hermoso porque yo quería otro bebé.
-¿Lo hice solo por ti? ¡Waw! ¡Sí que te quería!
-Estuvimos unos años separados porque yo...me porté mal. Así que no vi nacer a Chris. Años después, tú viniste a salvarme. Me estaba muriendo en vida y tú viniste a salvarme porque tu amor siempre ha sido más fuerte que cualquier cosa en esta vida. Me llevaste a Chicago contigo y años después tuvimos a las gemelas. Ese día entró Rob contigo porque yo debía quedarme con Kristin y Chris fuera. Antes de eso, doné sangre para tu padre y lo salvamos porque estaba muy enfermo. Hemos vivido tantas cosas juntos, mi vida...- acarició su pelo - Pero tú siempre has estado ahí conmigo. Sobretodo en mis malos momentos, siempre has estado en mis malos momentos.
-Quiero recordarte. Quiero tener eso de vuelta.
-Confío en que lo harás. Confío en tí con mi vida. Ahora, cómete esos waffles. Quiero que te den el alta hoy para poder llevarte a casa de tus padres, ¿sí?
-Si, ya quiero salir de aquí. Otra pregunta - tragó saliva - ¿Tendría que dormir contigo si salgo de aquí?
-A mí me encantaría. Pero depende de lo que tú quieras.
-No te conozco. Lo siento pero...
-Tranquila. No pidas perdón para nada. No es tu culpa que no recuerdes. Dormiré en el sofá y tu en la cama, ¿sí?
-Gracias.

Esa misma noche, Nickole no dejaba de dar vueltas en la cama.
Se levantó y bajó a la sala.

-¿No puedes dormir? - sonrió Chris
-No. Es como si la cama no fuera cómoda. Me pasaba también con Morgan.
-Ven.
-¿Dónde?
-Túmbate aquí a mi lado. Te juro que dormirás bien.
-¿Dormir contigo? - tragó saliva.
-Sí. Ven.
-Prefiero subir arriba.
-Nicky...te juro que no voy a hacerte nada. Sólo quiero que duermas bien.
-¿Me juras que no intentarás nada conmigo?
-Te lo juro.
-Entonces, ¿te importa subir a la cama?
-Yo subo. - se levantó de el sofá - ¿Vamos?
-Está bien.