Chris llegó con Nickole rápidamente y la metieron en una sala con oxígeno, ya que lo tenía muy bajo.
-Es el líquido saliendo - dijo el doctor - Vamos a tener que meterle unos tubos y sacarlo.
-Claro.
-Tranquilo, señor Evans. Evitaremos que el líquido llegue a más órganos y tendremos que examinar el estómago y los riñones.
-Si con eso se pone bien...
-Le juro por mi vida, que su mujer saldrá de aquí en unos días fresca como una rosa.
-Gracias, doctor.
-Voy a tenerle que pedir que salga, no va a ser agradable.
-Tranquilo. - besó la cabeza de Nickole - La dejo en sus manos, doctor - salió fuera
Días después...
-Buenos días, señora Evans - entró el doctor - Su marido salió a ver a los niños, volverá en cualquier momento. Su amiga está en el baño.
-Estoy muy cansada, doctor.
-Traigo buenas noticias. Ya puede comer. Vengo a quitarle el suero y en unos minutos le traerán la comida.
-¡Qué buena noticia! - salió Tasha del baño
-Tasha, ¿qué haces aquí? El pequeño Chris te necesita.
-El pequeño Chris tiene leche de sobras y solo llevo aquí una hora. En cuanto venga Chris, vuelvo a casa.
-Gracias, Tash. Eres la mejor de las amigas. Siempre cuidando de mí.
-Para eso estamos las hermanas, Nicky.
-Te quiero mucho.
-Y yo a tí - besó su frente - ¡Te van a traer de comer!
-Sí - sonrió Nickole - Estoy un poco mareada.
-Tranquila, señora Evans - le quitaba la sonda - En cuanto coma se va a sentir mejor.
-¿Lo de la nariz no me lo quita?
-No. El oxígeno aún lo tiene que tener puesto.
-Odio estos tubos. Me duele la nariz.
-Tranquila, Nicky. Haz lo que el doctor te dice y podrás volver a casa.
-La comida - entró una chica con una bandeja
-Gracias - sonrió Nickole
-¡Qué rico! - dijo Tasha - Pescado, puré...¡waw! ¡Manzana!
-Deja de ser tan payasa - sonrió
-No quiero - le sacó la lengua
-Pasaré en un par de horas, ¿de acuerdo? - salió el doctor
-Venga, yo te ayudo.
-No empieces, Tash.
-¡Oh, sí! Mira que pinta tiene esté puré. Calabaza, ¡que rico!
-¡Oh, sí! ¡Calabaza! - se quiso sentar
-Espera - la ayudó a sentarse poco a poco - Tengo otra buena noticia. Kristin ha ido a sus sesiones con Kelsey y se la ve mucho más animada. Rob se las lleva al paintball todos los días y están mucho más contentos.
ESTÁS LEYENDO
Cuando el destino está escrito (secuela)
Fiksi PenggemarDespués de volver a Boston, Chris y Nickole empiezan de nuevo con sus cinco hijos.