Capítulo 21

7.7K 261 40
                                    

Juanjo

Denna es la expulsada de la semana. No me lo puedo creer.

Sé que ella estará bien fuera y que le va a ir genial. Y me alegro por Violeta, de verdad. Pero Denna es muy amiga mía y noto una punzada de dolor en el pecho cuando Chenoa no dice su nombre al anunciar al salvado por el público. No me imagino la academia sin Denna. Creo que a todos nos pasa un poco.

No tengo tiempo de procesarlo, porque enseguida anuncian que Rus es la nómada favorita y yo me animo por ella. Martin se queda de nuevo entre los tres más votados. La semana que viene seguro que sale él.

Después pasa a hablar el jurado, y Martin y yo cruzamos los dos la pasarela. Nos dicen cosas preciosas y elogian especialmente nuestra forma de interpretar la canción. Dicen que se han creído la historia al completo. Hombre, no jodas.

Cuando nominan a Kiki, miro corriendo a Martin y efectivamente veo lágrimas rodando por sus mejillas. Es su mejor amiga. Ojalá pudiera darle la mano y decirle que todo va a salir bien. Yo también estoy preocupado, Chiara me importa mucho. Después de la marcha de Denna, estoy empezando a ser verdaderamente consciente de que cada semana alguien que me importa se va a ir. O incluso yo. O Martin. No, eso no va a pasar.

Por suerte, los profesores salvan a Chiara, y Martin suelta un suspiro de alivio. La pobre corre hacia nosotros desesperada. Qué susto se ha llevado.

Finalmente, los nominados de la semana son Alex y Salma. Mi Salma. Estoy empezando a odiar este programa.

Mi despedida con Denna me rompe. Ella me abraza y yo no lloro de milagro. Me recuerda lo que me dijo esta tarde, y yo le prometo que cumpliré mi palabra. Cuando nos tenemos que separar, me resulta físicamente doloroso.

Volvemos a la academia en silencio. Nadie menciona una palabra en todo el trayecto, pero Martin me da la mano y yo se la estrecho. Lo hemos hecho. Ha salido increíble. Tengo ganas de verlo mañana en el repaso de gala.

Al llegar a la academia, vamos corriendo hacia la mesa con la comida. Yo me acerco a una cámara, que espero que me esté enfocando, y le mando un beso a Denna.

—Te vamos a echar mucho de menos —le digo, triste.

Martin y Alex se acercan por detrás y me rodean la cintura cada uno con un brazo.

—Te queremos, rubia —le dice Alex, y Martin apoya su cabeza en mi hombro, apenado y cansado.

Solo quiero estar a solas con él. Ni siquiera tengo hambre.

—Vamos a la habitación —me pide Martin, leyéndome la mente.

Le sigo y aprovechamos que todos están comiendo y hablando para encerrarnos en la habitación. Nos quitamos las chaquetas porque aquí dentro hace un calor de mil demonios.

—¿Cómo estás? —me pregunta, observándome con atención mientras nos quitamos los micros y los zapatos. Me duele todo, estoy molido.

—Agotado.

—Estás triste, ¿verdad? —Me mira con preocupación.

Yo asiento porque no me apetece mentirle, y porque me conoce demasiado y no serviría de nada.

—La voy a echar muchísimo de menos —confieso. Dios, es que Denna ya no va a estar en esta casa nunca más.

—Esto es una mierda. Lo siento un montón. —Se le llenan los ojos de lágrimas, y ahora soy yo quien quiere consolarlo a él.

Lo abrazo, echando todo mi peso encima de él para tirarlo de espaldas en su cama. Me quedo encima suyo, y me apoyo en un codo para no aplastarlo.

—Chenoa sabe que estamos... ya sabes —me dice, y estudia mi reacción.

Vamos directos al solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora