Capítulo 53

6.4K 278 22
                                    

Juanjo

Me levanto de la escalera para ovacionar a Martin después de su pedazo de pase. El resto hemos estado algo verdes, pero es que él lo ha bordado y los profes están boquiabiertos.

Martin sonríe ante ellos, y en su expresión veo orgullo y satisfacción. Lo ha clavado.

Se nota muchísimo que Footloose esa canción que más representa lo que quiere hacer fuera. Se puede ver en sus ojos mientras baila y canta al mismo tiempo, con una soltura que hace que parezca fácil. Ha nacido para esto.

Naiara y yo no estamos tan felices. La cigarra tiene un ritmo muy extraño y no sabemos cuándo entrar. Hace unas horas le he propuesto a Manu hacer una serie de arreglos en la base, así que está tarde, cuando nos pongamos con ello, probablemente la cosa mejore. Al menos, así lo espero.

Cuando el pase termina Martin viene hacia mí tan feliz que me contagia. Pone morritos mientras se aproxima, y yo me río abrazándolo cuando llega a mi altura.

—¿Por qué no me has besado? —susurra en mi oído.

Yo sonrío. Sabe de sobre por qué no podemos.

—Ven —le digo con decisión, agarrándolo por el codo para arrastrarlo hacia los baños.

Lo meto en uno de los cubículos y cierro la puerta para poder juntar mis labios con los suyos fuera del alcance de las cámaras y los espectadores.

Nuestros besos son solo nuestros. Así debe de ser.

Sé que Martin me los daría en cualquier lugar, y que si nos escondemos es porque él me permite a mí tomar la decisión de cuánto mostrarle a la gente. Aunque me sienta cómodo por fin con la idea de que lo nuestro sea público, de ahí a enseñar un beso hay un abismo que me cuesta saltar. Pero algún día lo haré.

Sé que para Martin es duro. Para mí también, de hecho. No poder besarnos y comportarnos como una verdadera pareja porque en cada esquina del lugar donde nos enamoramos hay una cámara es una verdadera tortura. No veo el día en que todo esto acabe y seamos libres, y tengamos el privilegio de la intimidad, algo de lo que gozan todas las parejas menos nosotros.

Nuestra historia es pública, está toda grabada, y soy consciente de ello. De hecho, me enorgullece que la gente pueda ver lo mucho que nos queremos. Que lo vean mi familia y mis amigos y me conozcan por fin tal como soy. El verdadero Juanjo, ese que siempre ha estado ahí pero que Martin ha ayudado a sacar.

Pero aunque el comienzo de la relación sea de todo el mundo, quiero que el futuro que tengamos juntos sea exclusivamente nuestro. De Martin y mío. Como debe ser.

Beso a Martin con todo el amor que puedo, agradeciendo sin palabras todo lo que ha hecho por mí. Porque ahora es un pilar, no sólo en el concurso, sino en mi vida. Es mi persona. Y nuestro beso es una mezcla perfecta de amor, cariño, admiración y pasión.

Martin me sujeta por la cintura y me atrae más hacia él, y yo me pierdo en ese contacto, deseando más. Como siempre. Porque nunca es suficiente cuando se trata de él.

—Te amo —susurro—. Muchísimo.

Martin sonríe, aún pegado a mi boca.

Vamos directos al solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora