Juanjo
—Déjalo ya —me pide Martin mientras se gira para mirar hacia la pared, dándome la espalda.
—Martin, por favor. —La voz se me quiebra.
Él vuelve a girarse hacia mí y su expresión se ablanda un poco.
—No estoy enfadado contigo, ya te lo he dicho. Solo necesito un poco de espacio y ya.
Joder, es que no quiero eso.
—No quiero espacio. Quiero que las cosas sean como antes. Quiero que te olvides de lo que te dije. No iba en serio. —Suena como un ruego, y no me gusta rogarle a nadie, pero ahora mismo si me pide que me arrastre por el suelo por él lo haré.
Martin se apoya sobre su codo, incorporándose un poco.
—Las cosas no funcionan así. Tú estás hecho un lío, y yo no puedo seguir despertándome todos los días pensando que a lo mejor vuelves a apartarme porque te entra otra vez la rayada. —Lo entiendo. Es que lo entiendo perfectamente. Merece a alguien mil veces mejor que yo—. Te dije que te daría tiempo, e iba en serio. Pero sabiendo que íbamos hacia delante, aunque fuese despacio. Si ni siquiera tú sabes lo que quieres, yo no quiero seguir siendo tu conejillo de indias.
El nudo de mi pecho se hace aún más grande. Me estoy agobiando de verdad. No sé si voy a poder solucionar esto.
—Martin, tú nunca has sido mi conejillo de indias. —No me puedo creer que piense eso. No es así, jamás lo ha sido.
Él se encoge de hombros.
—Tampoco es que me hayas dejado claro en ningún momento lo que soy para ti. No sé qué quieres que piense.
Me doy cuenta de que si tengo alguna posibilidad de solucionar las cosas tengo que dejar mi miedo a un lado y ser sincero conmigo mismo y con él por una puta vez en mi vida. El corazón me va a mil y me sudan las palmas de las manos, pero a pesar de todo sigo adelante.
—¿Quieres saber lo que significas de verdad para mí? —pregunto, y mi voz tiembla pero no me achanto—. Eres la persona en la que pienso desde que me levanto de la cama hasta que me duermo. El único con el que siento que puedo hablar de cualquier cosa. La sonrisa más bonita que he visto. Me paso el día entero mirándote cuando no te das cuenta y pensando en lo muchísimo que quiero llevarte al baño y hacerte de todo. Eres la persona que más admiro de aquí dentro, y mi mejor amigo de todos los que están aquí, y eres todo lo que me gustaría ser a mí. Y nunca he sentido eso por nadie, te lo juro. Por eso me acojoné, y sé que no es excusa, pero no supe gestionarlo. —Los labios de Martin se abren y eleva las cejas. Parece que va a decir algo, pero me deja terminar—. Y tienes razón, he sido un puto cobarde. Pero llevo arrepintiéndome todo el día de lo que te he dicho, porque he tomado el camino fácil pero no me lleva al destino que quiero. —Los ojos se me llenan de lágrimas, porque no me puedo creer que estas palabras estén saliendo de mí. No me reconozco, pero ahora mismo todo me da igual, solo me importa él-. Quiero seguir contigo como hasta ahora, por favor. Te juro que es lo que más quiero ahora mismo. No puede haberse acabado porque yo la haya cagado, no puedes decirme eso porque me muero... —Martin no me deja seguir. Se incorpora del todo y se lanza a mis brazos, casi haciéndome perder el equilibrio.
Le abrazo con fuerza y él entierra su cara en mi hombro, y me siento más aliviado que en toda mi vida. Su espalda tiembla y sé que está llorando, y le acaricio con cuidado.
—Dame otra oportunidad, por favor —le pido. Le ruego. Me arrastro. Me da igual lo que necesite, lo haré—. Te prometo que esto sí que va a algún sitio. Te lo juro, joder, no tienes ni idea de lo que me provocas.
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Vamos directos al sol
RomanceJuanjo Bona y Martin Urrutia son dos concursantes de Operación Triunfo 2023. Tantos días encerrados entre las cuatro paredes de la academia hacen que surja una atracción entre ambos que les resultará imposible disimular.