—Amigo, para ser tan lindo ese profesor, es el diablo en persona.— Charles se quejó.
—¿No piensas que estás exagerando? No te vas a morir.— El moreno no despegaba la vista del libro que tenía enfrente mientras hablaba y hacía algunos apuntes.
—Hablo en serio, Lewis ¿En qué maldito momento me ibas a ver estudiando a mí? A MÍ.— Se dejó caer sobre su antebrazo, que estaba a su vez encima de su libro, que era del mismo que Lewis y Lando tenían.
Este último negó.—O quizá el problema es que estás acostumbrado a pasar las materias nada más por guapo y ahora que un maestro no se deja, te toca hacerlo como todos los demás.
—¿Estás diciendo que soy guapo?
—Estoy diciendo que te pongas a estudiar, mañana tenemos examen.— Y de nuevo se escuchó a Charles quejarse.
Los días habían pasado y con ellos también las clases, los periodos de evaluación se acercaron y finalmente era momento de rendir pruebas en la universidad. Con cada tema, el grupo se daba cuenta de que su nuevo profesor era listo, que conocía su materia y que también estaba dispuesto a ser amigable y muy abierto a dudas, pero eso no significaba que fuese fácil de convencer o que pudieran manipularle de algún modo.
Sergio había encontrado la manera de mantener en equilibrio su trabajo, el servicio en el hospital y su tiempo en casa como padre, pero justo hoy, que era día de exámen, Oscar no tendría clase y él no tenía más opción que llevarlo consigo. Claramente esta noticia le alegró el día al niño, quien ya llevaba rato insistiendo con ir al trabajo de papá.
—¿Entonces hoy hay exámen?— Preguntó el menor sosteniendo un dinosaurio de peluche en las manos mientras su padre le aseguraba el cinturón del auto.
—Sí, hoy es día de exámenes— Y vió al niño hacer una mueca de disgusto —Pero no para tí. Tú estarás a cargo de que nadie copie ¿De acuerdo?— Le acarició la cabeza y el semblante de Oscar se alegró.
—¿Como un policía?
—Como un policía.— Confirmó Sergio.
Juntos emprendieron el camino a la universidad y estuvieron allí en poco más de 5 minutos.Al llegar y ayudar al niño a bajar del auto, se pudieron escuchar unos quejiditos agudos de algunas alumnas que estaban por ahí.
Era de esperarse, Oscar era un niño precioso, con una carita redondita y mejillas regordetas. El plus de traer consigo una mochilita y un dinosaurio de colores en la mano definitivamente lo hacían una bomba de ternura, aunado a que su ropita era unos shorts beige con una camisita azul estampada de gatitos en líneas blancas. Un niño apapachable que sonreía a todo el que le saludara.Sergio llegaba tarde y por eso mismo al entrar se encontró con el ruido de los muchachos, que se fue apagando de a poco.
—Buenos días.— Saludó. Era obvio que todo el mundo se fijaría en el pequeñito que traía de la mano y que los observaba de vuelta maravillado. Fuera de su escuela, nunca había entrado a una, ver un salón sin colgantes de animales y estantería de libros le extrañaba muchísimo, así como ver a personas tan grandes en un salón de clases, él pensaba que, como su papá, a "esa edad" todos debían tener un trabajo.
—Disculpen la tardanza, tuve un pequeño contratiempo.— Era evidente.Lando codeó a Charles, Charles codeó a Lando. Ambos se voltearon a ver totalmente sorprendidos y era evidente que los dos estaban en el mismo canal.
Observaban a su maestro inclinarse ante el niño, compartían palabras entre sí y la conversación duró unos segundos hasta que Sergio suspiró divertido y se paró detrás de su hijo sosteniendo sus hombros.
—Hola— En cuanto el pequeño abrió la boca, los chillidos de algunas chicas se escucharon por lo bajo —Yo soy Oscar y tengo 8 años y...— Se puso nervioso y se quedó callado un momento, pero las manos de su papá sobre sus hombros lo animaron —Y yo los voy a vigilar para que no se copien, gracias.
Los demás se rieron conmovidos por el gesto del pequeño, quien justo después corrió al asiento de su padre en el escritorio. Sergio los dejó por un momento pero después llamó su atención porque al final de cuentas era día de exámen.
Oscar volvió a aparecer tirando de su pantalón, él quería repartir los exámenes y Sergio no pudo negarse, le explicó que debía sacar una hoja de arriba y una de abajo cada vez. El niño se fue entre los pupitres dejando un exámen tal como se le indicó, y cuando terminó el moreno dió las últimas indicaciones.
—Tienen una hora para responder, la sección de preguntas abiertas se escribe atrás. Si veo a alguien copiando me veré en la obligación de levantarles el exámen. Nada de teléfonos, tampoco quiero relojes inteligentes.— En ese instante Oscar volvió a su lado y copió la postura de su papá.
Se dejaron unos segundos y Sergio le dio la espalda al grupo para ir a su escritorio.—Papi ¿Ya puedo empezar?— Sergio asintió y en entonces el niño fue a meterse entre las filas de pupitres. Realmente vigilaba a los chicos, incluso cuando uno de ellos estaba volteando a un lado, el pequeño se quedó mirándolo con los ojos entrecerrados y se fue hasta que el joven volvió a lo suyo.
Ese niño era tan severo como su padre.
—Hey, amigo...— Habló por lo bajo alguien justo cuando Oscar le había pasado. Sergio estaba en la computadora haciendo las revisiones de tareas, por eso no lo notó de inmediato —Oye ¿Te gustan los dinosaurios?— El niño se volvió al extraño pero no dijo nada —Yo tengo un dinosaurio enorme en mi casa, y también tengo unos dulces aquí.— Vigilando que el profesor no lo notara, acercó unas grageas al niño y a su vez sintió un codazo de Lando pero nada más.
—Mira, si tú me dejas revisar mi teléfono un segundo, te prometo que te doy esto y mañana mismo te traigo el dinosaurio de mi casa ¿Te parece bien?Oscar se acercó dándole una mirada a los dulces y después al rubio que los sostenía, se tomó un par de segundos, como si considerara la oferta pero no podía estar más lejos de la verdad en cuanto el chiquillo levantó la voz llamando a su padre.
No hace falta describir lo que pasó después, Charles se quedó sin exámen y sin esos puntos que eran la mitad de su calificación.
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Peacemaker | Chestappen
RandomNo es sabio tener por seguro las cosas. A veces la vida nos enseña esa lección de maneras interesantes. - Finalizada. (Si se requieren adaptaciones, por favor hablar con el autor primero.)