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Un hombre aouesto,  elegante subía las escaleras de un lujoso Bar en Corea.

Min Yoongi bajo sus gafas y observó a su alrededor la cantidad de personas que habían. Las volvió a subir y camino hasta la barra.

Al llegar pudo ver a varios chicos tanto hombre como mujeres pero ninguno era el que buscaba.

-Disculpa - Levantó la mano.

-Hola guapo - Sonrió un rubio - ¿En qué puedo ayudarte?

-¿Puedes decirme en dónde está Taehyung?

-Su turno empieza en 15 minutos, lo más probable es que este arreglándose - Se encogió de hombros - ¿Deseas que lo llame o algo así?

-Tranquilo creo que puedo esperarlo - Yoongi se había perdido en aquellos ojos.

-¿Te traigo algo de beber entoces? - No recibió respuesta - Como sea.

Jimin estaba por irse cuando aquel hombre de tez pálida lo detuvo.

-N-No espera... Traemeun manhattan sin hielo por favor - Pidió.

-Claro,  ya te la traigo - Sonrió.

Esa sonrisa pareciera tierna pero a la vez tan coqueta, esa sonrisa hizo que algo en Yoongi se sintiera cálido e intrigado.

Yoongi seguía viendo el lugar y no lo veía tan llamativo, no era algo fuera de otro mundo, no entendía la necesidad de su hermano por estar ahí.

-Aquí tienes lindo - Jimin le entregó el trago - Espero y te guste.

-Gra...

-¿Qué haces tu aquí? - Escuchó una voz a su lado.

-A ti quería verte - Frunció el ceño.

-¿Qué pasa Tae? ¿Quién es? - Preguntó un curioso Jimin.

-¿Te acuerdas qué te hable de el hermano de Jungkook? - Se cruzó de brazos - Pues...

-Dame acá - Le quitó el vaso - No hay tragos aquí para tí.

-Pero iba a pagar por el - Bufo.

-Me da igual - Jimin bebió el trago - Ya no hay nada.

-No sabía que aquí trataran a sus clientes tan mal - Rodo los ojos.

-¿Qué haces aquí? - Volvió a repetir Taehyung.

Fue en ese momento que Yoongi entendió que era lo que su hermano veía en ese lugar.

No iba a negar que Taehyung se veía hermoso,  que digo hermoso,  su belleza no tenía palabra para describirlo.

Portaba un top blanco con mangas largas,  un pantalón Jeans/ mezclilla pegado a su cuerpo dejando sin abrochar sus botones,  en sus caderas sus cadenas y en su ombligo su piercing.

Sin mencionar el maquillaje y sus zapatos.

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Pasión Desconocida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora