Can you look at me? 'Cause I am blue and grey
"¿Puedes mirarme?, porque soy azul y gris"
Durante todo el resto de la tarde anduve sin rumbo fijo y evite lo mejor que pude la multitud de personas que abarrotaban las calles.
En algún punto, casi al anochecer, me encontré de frente con un cartel que anunciaba una galería de arte.
Mi atención se vio totalmente capturada. Desde niño había tenido una conexión con ese tipo de lugares y para despejarme un poco decidí ir.
Llegué al sitio que era un pequeño local y al entrar me encontré con una sala bastante más amplia de lo que había imaginado y en la que no había demasiadas personas.
Todas las pinturas que vi tenían conceptos diferentes y atractivos, pero al principio ninguna me llamó lo suficiente la atención.
Fue sólo al final de mi recorrido que me encontré con una que si me atrapó por completo.
Cuando la vi, al momento entendí lo que reflejaba, y me generó una especie de sentimiento igual al que había experimentado contigo.
Lo que mostraba el cuadro era a una chica sentada en el borde de una torre del reloj, el viento parecía mover su largo cabello y por eso pensé en tí, quizás estaba alucinando, pero realmente parecías ser tú.
En la pintura la chica estaba de espaldas y observava desde lo alto la ciudad. Casi todo estaba pintado en tonos azules y la única que tenía un color diferente era ella, que solo se veía gris.
Todas las obras tenían una descripción, y en esa solo había escrito algo simple: “¿De verdad puedes mirarme?“.
Fue una pregunta que para mi no sólo reflejó lo que talvez quería mostrar la pintura, sino también lo que de alguna manera eran mis propios sentimientos.
Un contraste de lo que había dentro de mi, con lo que veían todos afuera.
— ¿Te gusta? Es una de las mejores obras.
Mis reflexiones se vieron interrumpidas, y cuando me gire para ver quien me había hablado, me lleve una gran sorpresa, porque descubrí que esa persona era la mujer que te recibía cada noche fuera del edificio.
Si ya me había impresionado profundamente con la pintura, verla a ella, sabiendo que te conocía, me dejó con una impresión aún mayor.
— Supongo que piensa que no todos comprenden lo que hay detrás. — Dije.
No tuvimos oportunidad de seguir hablando, ella se fue cuando alguien más la llamó, y también hice lo mismo.
Desde que salí a la calle, solo tuve una idea en la cabeza, y era que quizás todo lo que había pasado podía ser una cuestión del destino.
Tal vez una agradable y necesaria casualidad.