Won’t you please stay in dreams?
"¿Podrías, por favor, quedarte en mis sueños? "
Una tarde, después de salir de mi sesión semanal, y antes de ir a la academia, me invitaste tú a pasear un rato.
Durante estas semanas habíamos adoptado la costumbre de salir y hacernos preguntas al azar para conocernos mejor. Seguíamos evitando hablar del pasado, pero ambos sabíamos que hacía parte del proceso, como había dicho mi abuela, algún día podríamos hablar con una sonrisa en los labios sobre como nos habíamos hecho esas heridas.
—Vivo con una tía y sus tres hijas —Respondiste para lo que te había preguntado.
Nunca me habías dicho en donde o con quien vivias, por eso quise saberlo, me preocupaba que estuvieras demasiado sola.
—Mi turno —continúaste sin más explicaciones —, ¿cuál es tu película favorita?.
Lo pensé un momento, yo era algo amante del cine y conocía muchas películas muy buenas, pero no sabía exactamente cuál podría ser mi favorita.
—El pianista —Respondí al final con algo de indiferencia.
Tú me miraste algo intrigada.
—¿Qué? —Inquiri al ver tu cara.
—Que profundo eres —Te burlaste.
Luego soltaste una carcajada y me reí contigo, solías decirme constantemente que me gustaban ciertas cosas algo depresivas y tristes, que debía buscar un poco más de luz y color en mi vida para no terminar llorando en un rincón.
Solo que yo sentía que ver cosas felices era lo que me hacía mal, igual anoté mentalmente tu recomendación.
—¿Cuál es la tuya? —Te devolví la pregunta.
—Titanic —Respondiste sin pensar.
Me reí nuevamente, aunque me detuve cuando me diste un manotazo en el hombro.
—Creo que tú deberias ver cosas menos depresivas —Dije recordando tus palabras.
Caminamos un buen rato más riendonos como dos niños por nuestras respuestas a todas esas preguntas que nos hicimos.
Todo era una fantasía, nunca había imaginado llegar a ese punto cuando en un principio solo nos habíamos chocado en la calle, cuando solo te había visto por un segundo para darme cuenta que la vida no era tan cruel como yo creía.
