—Oriana, prepárate porque Zoe ya planeó la despedida de soltera para ti... —Jax entró a la oficina, dejó de hablar en cuanto me vio cabizbaja—. ¿Estás bien? ¿Sucedió algo?
Mi cabeza tenía tantas cosas que no podía ni pensar muy bien. Había regresado a la oficina luego de haber hablado con mi madre y conocido a mi nuevo hermano perdido, que irónico sonaba.
Aferré mis manos en la tela de mi falda, encima de mis muslos. Jax se acercó a mi escritorio.
—Oriana... —repitió, colocando una mano en mi hombro.
En ese momento volví a la realidad y levanté mi mentón para mirarlo a los ojos, él tenía el entrecejo fruncido por la preocupación hacia mi estado.
No me había dado cuenta que derramé unas cuantas lágrimas antes de que él llegara. Con la yema de su dedo índice me acarició la mejilla.
—Pasó algo que me dejó un poco inestable, la verdad no sé cómo debería haber reaccionado —hablé, con la voz baja.
—Cuéntame... Sabes que estoy aquí para apoyarte y no me gusta verte triste —pidió, sosteniendo mi mano con ternura.
Me levanté de la silla con una forzada sonrisa, aunque las palabras de Jax sí me alegraron, saber que se preocupaba por mí me hacía sentir mejor y que el pasado no importaba.
Aproveché que estaba de pie frente a mí y rodeé su cintura hasta que mis manos quedaron en su espalda, aferrando mis dedos para no soltarlo. Él aceptó mi abrazo sin dudar, envolviéndome con sus fortachones brazos.
Mi cabeza quedó protegida debajo de su cuello, pude inhalar su perfume varonil y me sentí en paz.
—¿Recuerdas cuando te dije que mi madre nos abandonó cuando era pequeña? —indagué, soné ronca.
—Sí... Por supuesto —afirmó.
—Bueno, resulta que se apareció hoy en la recepción buscándome. ¿Puedes creerlo? Dice que quiere tener contacto conmigo, como empezar de cero. Es estúpido —solté, apretando los labios.
—Vaya... Suena duro —Dio varias palmadas leves en mi espalda.
—Siento que no lo dice en serio... —resoplé, pegándome más a él.
—Tal vez tuvo sus razones en el pasado. No la estoy apoyando ni nada, porque abandonar a un hijo es la peor decisión que cualquier persona puede tomar... Pero ¿Ya le preguntaste por qué lo hizo? —comentó Jax.
Me separé de inmediato de él para mirarlo a los ojos.
—¡Lo hizo porque quería tener una vida diferente sin responsabilidades! Sin preocupaciones de una familia... ¿Y sabes cuánto le duró eso? —exclamé, desesperada por no comprender ni mis propios sentimientos—. Meses, Jax, su "escape" le duró meses porque tuvo un hijo. Y resulta que ahora tengo un hermano del que me acabo de enterar de su existencia —añadí, con la mandíbula tensa.
—De acuerdo, Oriana, tranquilízate. Estás un poco alterada y lo mejor será que descanses un rato... —me ayudó a sentarme de nuevo, sosteniendo mis brazos con delicadeza.
—Es que no lo entiendo... ¿Qué buscaba? ¿Lastimarme otra vez? Yo estaba excelente antes de que ella apareciera con tremenda noticia —mascullé, mordiéndome una uña.
—Hey, mírame —Jax se puso de rodillas y me sostuvo ambas manos, levantando su mentón—. No sé por qué tu madre te está haciendo esto. Pero tú eres una mujer fuerte, Oriana, no te dejarás vencer por este pequeño obstáculo ¿Sí? Si decides alejarla de tu vida para siempre, yo te apoyaré. Si decides volver a empezar de cero con ella, también te apoyaré.
ESTÁS LEYENDO
Salvada por el CEO [COMPLETA]
RomanceOriana Jones ha trabajado como secretaria de múltiples CEOS a lo largo de su vida, hasta que consiguió un trabajo fijo en donde permaneció durante cuatro años. Un día la despiden por haber rechazado acostarse con su jefe, este le quita todo lo que p...