- ¡Ay sí! ¡Rus se va a morir de la emoción!
Violeta empezaba a incomodarse más con el nombre de aquella chica. Se conocían de estudiar pero... ¿había algo más? No invitas a cualquiera a dormir a tu casa... Aún con cierta molestia en su pecho mordió levemente el hombro de la menorquina para llamar su atención.
- ¿Vio? ¿todo bien?
- Quiero irme a casa.
- Le pedimos las llaves a Alex si quieres y te dejo allí.
- No. A tu casa.
***
La inglesa no tardó mucho en hacer el trayecto de vuelta a su casa, aunque esta vez ajustó la velocidad para evitar incomodar a Violeta, que aún estaba algo mareada por el alcohol.
La pelirroja se aferraba con fuerza al vientre de Chiara mientras susurraba palabras casi inaudibles para la menorquina, a lo que ella solo podía sonreír con ternura. Verla tan vulnerable le generaba una necesidad inhumana por protegerla.
Una vez bajaron de la moto, la británica rodeó de nuevo con su brazo la cintura de la motrileña para ayudarla a caminar hasta el portal, a lo que la pelirroja no puso ninguna resistencia.
- No sé si Ruslana estará dormida, pero vamos a intentar hacer el menor ruido posible.- susurró la morena mientras giraba la llave de su apartamento.
Violeta se limitó a agarrar con fuerza la mano que rodeaba su cintura, como si de esa manera pudiera evitar que la menorquina se escapara para estar con la otra chica.
Al abrir la puerta, una joven de cabellos rojizos las observó desde el sofá con intriga y pronto reaccionó al ver que Chiara dejaba las llaves de la moto en el mueble del recibidor.
- ¡Kiki!- Ruslana corrió hasta los brazos de la pelinegra, haciendo que esta soltara el agarre que tenía con la granadina para recibir el abrazo.
- Está todo bien, perdona por el susto.- besó su frente.
Violeta se mordió con fuerza el labio conteniendo su rabia y sonrió cuando las dos chicas se separaron fingiendo que estaba cómoda con la situación.
- Rus, esta es Violeta.- Chiara rodeó de nuevo la cintura de la motrileña y la apretó con fuerza para que reaccionara a lo que esta respondió levantando una de sus manos para saludar.- Hemos tenido cierto percance en el festival y he ido a recogerla, pero está todo bien.
La canaria sonrió ante el gesto de la granadina y giró un poco su rostro para presentarse.
- Yo soy Ruslana, pero puedes llamarme Rus...
- Encantada...
El ambiente entre las 3 era increíblemente tenso a pesar de los escasos segundos que llevaban juntas. Algo que solo pasó desapercibido para la británica, que se adentró aún agarrando a Violeta para que esta se sentara en el sofá a descansar. El silencio se hizo en la casa mientras la granadina alternaba su mirada entre Chiara y la pelirroja, como si estuviera tratando de descifrar algún enigma invisible en la situación. La confusión y el malestar aún pesaban sobre ella y se mezclaban con la incertidumbre sobre la presencia de Ruslana en el apartamento a esas horas de la madrugada.
La canaria, a diferencia de su amiga, fue consciente al instante de que su presencia incomodaba sobremanera a la andaluza, así que decidió tomar acción por su cuenta. Estaba segura de que ambas necesitaban intimidad.
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Valium | KIVI
FanfictionChiara, una farmacéutica profesional y dispuesta a la que el mundo se le pone patas arriba por una pelirroja sin receta. ⚠️ +18 (incluye contenido explícito y lenguaje soez)