Valium | KIVI

Hacerte el amor

Se separaron durante unos instantes y se quedaron absortas en la mirada de la otra, sonriendo y deseando volver a fundirse en un beso que poco tardó en llegar. Ambas notaron una pequeña chispa en su interior. Como si algo se hubiera encendido dentro y necesitara con urgencia los labios de la contraria para sofocarse, o en su defecto, prender más.

La morena subió lentamente sus manos sin dejar de besar a la granadina deleitándose con sus curvas y levantando poco a poco la camiseta del pijama... por un momento, se olvidaron por completo de todo lo demás.

Chiara terminó de quitar la prenda de ropa y observó atentamente la cara y el torso desnudo de Violeta buscando algún ápice de duda. Verla de nuevo en su cama en aquella tesitura le generaba una sensación contradictoria. Tenía ganas de cuidarla y complacerla pero al mismo tiempo se sentía algo insegura.

- Kiki, no tenemos que hacer esto si no quieres...- la granadina acarició uno de los brazos de la pelinegra al verla indecisa con cómo continuar.

La inglesa negó con la cabeza.

- No es eso... ¿crees que está bien que lo hagamos?

- ¿A qué te refieres?

- Han pasado muchas cosas... y hay otras muchas de las que aún no hemos hablado. Dijimos que íbamos a ir despacio y no sé si esto es lo correcto.

La motrileña sonrió con ternura e invitó a la morena a tumbarse encima de ella enredando sus dedos en su cabellera negra y apretándola contra su cuerpo. Chiara hundió su nariz en el cuello de la pelirroja haciendo que esta notara unas agradables cosquillas que la hicieron soltar una leve risita.

- La verdad que no lo sé... no sé si está bien o mal, solo sé que me encanta estar contigo y que quiero estar contigo de todas las formas posibles...- apretó un poco más su agarre.- No tiene por qué ser todo ya, tenemos tiempo... aunque si me das unos minutos que me dé una ducha de agua fría te lo agradezco.

Ambas comenzaron a reír liberándose de cualquier tipo de tensión que quedara en el ambiente, disfrutando del calor que emanaban sus cuerpos y perdiéndose en el eco de felicidad que habían creado.

Se quedaron un momento más abrazadas mientras Violeta acariciaba suavemente la espalda de Chiara haciendo que esta se sintiera mucho más segura y confiada en su presencia. La inglesa por su parte, se permitió dejar un beso lento en el cuello de la granadina, logrando que se estremeciera y erizara toda su piel.

- Kiki...- suspiró.- esto no me ayuda con lo de la ducha fría...

- Hueles bien.- susurró la menorquina haciendo caso omiso a las quejas de su compañera, y dejando que su aliento cálido chocara contra su piel.

- ¿Huelo bien...?- jadeó la andaluza sorprendida por la afirmación.

- Siempre...- besó detrás de su oreja.- siempre hueles bien.

Y sin pensarlo mucho la británica se aferró al cuello de Violeta haciéndola gemir ante la presión inesperada. Escuchar su voz la animó a seguir con su juego, dejando besos húmedos, succionando y mordiendo con ganas de dejar una marca visible en la piel de la pelirroja.

- Joder, Kiki...- suspiró.- me vas a matar...

- Tengo una idea mucho mejor que la ducha fría...- susurró en el oído de la andaluza provocando que esta se mordiera el labio con fuerza.

- ¿Cuál...?

- Hacerte el amor.

Justo después de pronunciar la última palabra Chiara buscó los labios de la andaluza a lo que esta respondió de buena gana. Sus lenguas se encontraron con desesperación y se dejaron llevar por la excitación del momento recorriendo sus bocas con urgencia, maldiciendo tener que parar para buscar algo de aire.