—12—
Estoy en la sala de descanso con Nam, sentadas en uno de los sofás y no puedo evitar reírme con sus tonterías.
La verdad es que me hace falta, porque desde el otro día, me envuelve una sensación extraña y me encuentro luchando contra el monstruo que Freen desató con la necesidad y la exigencia que me mostró en su apartamento.
Sé que estaba mal, que me dijo que solo buscaba sentirse mejor, que se excusó en Lawan, pero lo cierto es que yo no me he refugiado nunca en mis amigas de esa forma ni mucho menos las he besado apasionadamente para conseguir tranquilizarme.
—¿Dónde tienes la cabeza, Becky? —pregunta de repente Nam.
—Perdona —me disculpo, obligándome a reaccionar—. Es solo que Irin está un poco mosqueada conmigo.
Y no es la verdad absoluta de lo que ocurre, pero tampoco una mentira entera.
—¿Y eso?
—Sabes que tiene cierta obsesión con Heng y es fanática de "Red Sun" y yo llevo un mes y medio trabajando con vosotros —le explico—. No entiende cómo aún no se lo he presentado. Dice que ahora juego en otra liga y no la estoy incluyendo.
—¿Sabe que este mundo tiene unos horarios imposibles? Además, la última vez fue ella quien no pudo venir.
—Ni me lo recuerdes, ese día Freen me acompañó a casa y ella estaba dormida, ni siquiera se enteró, eso también me lo reprocha —le explico riendo—. Eso y no haberle visto el culo de cerca a Asavarid.
Incluyo lo segundo con rapidez, para que no se centre demasiado en lo primero y su risa o su perspicacia, me entienden y me lo respetan.
—Creo que mañana todos tenemos libre, ¿quieres que le demos una sorpresa esta tarde? —plantea muy emocionada.
Antes de que pueda contestar, la puerta se abre y aparece Freen vestida con una falda negra bastante corta y una camisa a juego. No la había visto en toda la mañana, pues tenía una sesión de fotos con Heng para Fornes. Y mejor, porque no habría sido demasiado productiva ante semejante espectáculo.
En cuanto entra, se permite desabrocharse los dos primeros botones y arremangarse, quejándose de un calor insoportable que en realidad no hace, pero yo también estoy empezando a sentir. Me quedo demasiado clavada en ese gesto porque si ya de por sí la considero atractiva, esta mañana se supera.
Nam, que debe haberme pillado de lleno, aprovecha para burlarse un poco de mí.
—Hola querida novia, hoy te han dejado muy sexy, ¿verdad Jai?
—Eh... no voy a hablar de eso contigo, eres mi competencia —le contesto avergonzada, tratando de evadir el tema.
—No hace falta que os peleéis por mí, tengo para las dos —suelta Freen descarada, ajena a lo que de verdad ocurre.
Aparta un poco a Nam para tomar asiento justo a mi lado.
—De verdad, estoy agotada —se queja, dejando descansar la cabeza sobre el respaldo y cerrando los ojos.
No soy consciente del movimiento de mi propio cuerpo hasta que siento mi mano acariciarle la frente. Intento disimular, haciendo ver que tomo su temperatura y para mi sorpresa la noto bastante más caliente de lo que debería.
—Creo que tienes fiebre, Freen —le indico preocupada.
Cuando me enfoca, puedo ver un ligero brillo en esos ojos oscuros, confirmando de lleno mi teoría.
—Voy a buscar un poco de agua —le digo con la intención de levantarme.
Pero una mano me detiene.
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Cruce de talentos
RomanceRebecca Armstrong es una escritora novel demasiado introvertida para publicar su arte. Odia con todas sus fuerzas los dramas noveleros que tienden a idealizar el amor y están idiotizando a toda su generación. Freen Sarocha es la actriz emergente má...