Despedida (II)

1.7K 201 155
                                    

—30—

Por fin ha llegado el momento. Me encuentro en una lucha de sentimientos tan parecida a la realidad que me asusta. Despedirme de Lawan. Dejar marchar a Jai. E inevitablemente, acabar con esto.

La única condición que puse el otro día fue dejarnos fluir dentro de estas cuatro paredes. Permitir que nos convirtamos en nuestros personajes de la forma en que queramos cuando canten "acción".

Por mucho que quiera convencerme de que esta despedida no es mía, no es de Rebecca, de algún modo, sí que lo es. No sé si Freen llegó a creerme, pero de verdad voy a poner todo de mi parte para cumplir con lo que le dije. No quiero mezclar nada más, no cuando ella no ha dado ni un mísero paso al frente.

Es la relación más confusa que he tenido en la vida y a la vez, la persona que se ha acercado más a mí en todos los sentidos. O quizá, es que he sido yo quien se lo he permitido.

Sé que podría haberle hablado claro en esa azotea, haberle dicho, oye Freen, yo sí que siento cosas, no sé qué nombre ponerle, pero quiero intentarlo.

No voy a esconderme frente a mí misma, ya lo he estado haciendo suficiente este tiempo con ella. Pero hay algo dentro de mí que me lo impide. Siento que de alguna forma yo ya he lanzado el anzuelo y ella no ha querido ni tocarlo. Aunque sí tocarme a mí. Me confunde sobremanera. Y cuando la he encarado, solo he obtenido respuestas a medias.

Por dios, soy yo la introvertida de las dos. Ella ha sido siempre muy clara con todo y todos, pero no en cuestión de sentimientos.

Se divierte besándome. Se lo ha pasado bien experimentando. No sabe siquiera lo que le provoco. A mí me ha quedado clarísimo que le atraigo. No se puede actuar así con alguien que no te atrae, pero ya me ha dejado de servir eso. Porque es que Freen Sarocha me gusta. Me gusta de verdad. ¡Joder! Me vuelve loca. Literalmente se lo solté en ese baño y no solo en un aspecto sexual. Toda ella. Entera, incluso con sus indecisiones.

Sin embargo, soy muy consciente de que no puedo seguir haciéndome esto. Y si ella no va a detenerlo, yo sí lo haré.

Después de hoy. Después de despedirme. Una el doble de grande: adiós a Lawan y adiós a lo que sea que tuviera con Freen.

Un nuevo comienzo y una nueva etapa para sanearlo de verdad.

Enfoco la cama donde tonteamos el otro día y me sudan las manos al sentir el recuerdo de su cuerpo pegado al mío.

Esto va a ser difícil, pero pienso conseguirlo. Respiro hondo cuando escucho a Seul indicarnos el inicio de la grabación y me giro para enfrentarme a sus ojos.

—Has sido un descubrimiento maravilloso, Lawan, me has hecho vivir sentimientos que no sé si alguna vez había encontrado en alguien.

La mayor de las verdades que puedo ofrecerle también como Rebecca y me esmero porque lo note. Una intensidad en mi mirada que sobrepasa lo necesario.

Ella me la aguanta con firmeza, asumiendo todo lo que Jai quiera decirle.

—Tenerte entre mis brazos —continúo, dando un paso en su dirección—, besarte...

Y me freno a una distancia ínfima pero sin llegar a tocarla. Algo incontrolable, como si necesitara respirarla así de cerca.

—Lo sé —me interrumpe ella—, yo también lo he sentido, Jai, esa atracción irrefrenable, que no sé de qué más viene acompañada, lo único que sé es que te necesito de una forma real.

La convicción con la que dice esa última parte, me deja parcialmente bloqueada y sigo el diálogo por inercia. Ya no estoy segura de si es Lawan la que habla o si Freen trata de decirme algo en toda esta experiencia, pero me quedo clavada en esos ojos oscuros que me queman.

Cruce de talentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora