Caos

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—19—

Doy un sorbo al batido tratando de esconder una sonrisa que sin duda me haría parecer una completa idiota. Noey está en el bufé cogiendo algo de desayuno y agradezco que no haya comentado nada del incidente de ayer, porque no sé si intuye algo, pero a mí se me hizo un tanto obvio.

FLASHBACK

En cuanto llegamos del evento, nos retiramos a nuestras habitaciones para darnos una ducha y descansar un poco. Es bastante tarde y, si Freen y Nam no me hubiesen obligado, ni siquiera habría bajado a cenar.

El ambiente es festivo, todos están realmente contentos. Seul nos comenta que los resultados de la presentación se verán al día siguiente y desconozco si es verdad, pero no pienso darle demasiadas vueltas hasta volver a Bangkok. Supongo que está permitido tomarme estas vacaciones del mundo real.

No puedo despedirme de la actriz como me hubiese gustado ya que Noey se cuelga de mi brazo y me arrastra literalmente hacia la habitación que compartimos. La mirada que me lanza Freen me hace estremecer por un momento y devolver a mi mente sus palabras de la noche anterior: te besaría mucho y dormiría poco.

¡Joder! Cómo me habría encantado que lo cumpliera.

Una vez dentro, solo me da tiempo a ponerme el pijama a mí, cuando Noey recibe una llamada de teléfono. La cara le cambia mientras trata de tranquilizar a alguien al otro lado.

—Necesitas calmarte, por favor, así no consigo entender nada.

No tengo ni la más mínima idea de qué le contestan, pero se disculpa conmigo y desaparece rápidamente, muy preocupada.

A los pocos segundos, escucho a alguien golpeando la puerta. Y al abrir, su boca se encuentra directamente con la mía sin siquiera saludar.

Me sujeta contra el primer mueble que encuentra, cierra de una patada y sonríe ante mi sorpresa.

—Estás loca —le digo haciéndome la ofendida—, podría no haber estado sola.

    —Sabía que lo estabas —contesta de forma misteriosa.

    —¿Me espiabas?

    Vuelve a sonreír de medio lado y a besarme esta vez con más lentitud, haciendo que abandone por un momento nuestra conversación.

    —Llevo toda la tarde queriendo hacer esto, Rebecca.

    Empiezo a sentir su tranquilidad demasiado sospechosa, como si de algún modo hubiese adivinado la urgencia de Noey.

—¿Qué está pasando, Freen?

—Puede que haya tenido algo que ver con su salida precipitada —confiesa atrapando mi labio inferior de forma provocativa—. Dime que por lo menos te ha gustado la idea.

Y no sé cuánto tiempo nos está regalando su plan pero no pienso seguir desaprovechándolo.

Me acerco a su boca para delinearla con la lengua en una caricia tan tierna como insinuante, instándola a que la abra y me deje entrar para enredarme con la suya. Con una lentitud cruel con la que pretendo desestabilizarla.

Parece que lo consigo porque se separa un poco de mí e inclina la cabeza hacia atrás buscando aire y yo aprovecho para perderme en ese cuello delicioso y recorrerlo despacio hasta detenerme en su lóbulo derecho y atraparlo con los dientes.

—Rebecca —me advierte en un susurro.

Como si de repente, quisiera que me comportara.

—¿Qué pasa? —le pregunto en el mismo tono—. ¿Tu plan no contemplaba esto?

Cruce de talentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora