—33—
—¿Por qué miras tanto el teléfono? —pregunta Irin estudiándome con interés—. ¿Tan desesperada estás porque llegue Amanda?
Tomo un sorbo del té que tengo sobre la mesa, buscando una forma coherente de explicarme. Gano algo de tiempo perdiendo la vista entre la gente que pasea por el aeropuerto, antes de enfocar a mi prima de nuevo.
—Freen está algo distante conmigo.
—¿Por qué? Me dijiste que fue bien la cita del domingo.
—No fue una cita —la corto con seriedad—, te dije que habíamos estado a gusto, nada más. Freen y yo solo somos amigas.
—Sí, bueno, lo que tú digas, Becky. Entonces, ¿qué le pasa?
—Leyó un whatsapp que me envió Amanda y desde entonces, se mantiene un poco distante y algo seria —le explico con cierta preocupación.
—¿Qué clase de mensaje? —quiere saber intuyendo por dónde van los tiros.
—¿Literalmente? Dijo: a mí me sigues interesando más tú.
Mi prima me observa con los ojos entrecerrados, como sopesando algo y yo me impaciento con su respuesta.
—Vale, dos cosas. Primera, ¿estás ligando de verdad con Amanda? —dice sorprendida, antes de continuar—. Y segunda, es muy obvio, pero tú a veces estás medio ciega, ¿en serio no ves que Freen está celosa perdida?
—Dios, tenemos muy poco tiempo y demasiados frentes abiertos —comento soltando un suspiro frustrado—. A Freen solo le atraigo, en serio. Y por cierto, si estuviera celosa, estaría comportándose de un modo muy egoísta; en plan, ni contigo ni sin ti. En cuanto a Amanda, no. No estoy ligando con ella. Solo nos llevamos bien.
—Mira Becky, no quiero crearte falsas esperanzas y, de hecho, todo lo que me gustaba Freen está decayendo cuanto más te gusta a ti —me confiesa con seriedad—. Esta relación que estáis teniendo te hace daño, al menos, te afecta lo suficiente como para desestabilizarte. Aun así, voy a decirte que creo que a Freen sí que le gustas, pero pese a que grabe una serie GL, aparta su vida personal de eso. Nunca se le ha visto con una mujer, excepto aquella vez hace dos años y lo negó rotundamente. ¿Por qué crees que contigo sería distinto? En cambio, no se ha molestado nunca en negar lo que fingía con Heng. ¿Ves la diferencia?
—Salir del armario no es una cosa sencilla. Cada quien tiene sus ritmos y motivos —defiendo.
—Lo sé. Bueno, no lo sé, pero lo imagino. El punto es que ella no está muy por la labor de salir de ningún armario, Becky. Hay miles de actores y actrices que viven su vida en las sombras y no es lo que espero para ti.
—Tampoco es algo que yo quiera, Irin.
Mi prima me mira con cierta preocupación, supongo que asumiendo mi repentino cambio de humor y trata de distraerme de esa sensación.
—Vale, ahora vamos a por Amanda —comenta con más ligereza—. En su momento te liaste con ella y has seguido manteniendo el contacto. ¿Te gusta?
Me obligo a apartar mis pensamientos de la actriz. Hasta ahora mi teoría era que se sentía atraída y no concebía el hecho de que pudiera gustarle de verdad. Pero lo que Irin sugiere, sería mucho peor. Si de verdad le gusto y se avergüenza de ello, me haría mucho más daño.
—Amanda es una chica muy atractiva y directa —le explico—. En su momento me dejé llevar por eso y el misterio que la envuelve. Es divertida e inteligente, pero yo estoy interesada en otra. No soy de las que creen que un clavo saca otro clavo. Amanda no es Freen ni puedo fingir que lo es y acostarme con ella solo va a complicar más las cosas.
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Cruce de talentos
RomanceRebecca Armstrong es una escritora novel demasiado introvertida para publicar su arte. Odia con todas sus fuerzas los dramas noveleros que tienden a idealizar el amor y están idiotizando a toda su generación. Freen Sarocha es la actriz emergente má...