Eliza
El día de hoy habíamos tenido un partido en la escuela Dimmsdale, no era tan importante, pero eso no quiere decir que no dieramos todo nuestro potencial.
Con las chicas decidimos venir a un bar a celebrar que aquel partido nos hizo subir un poco más en la tabla global. Emilia no andaba de buenos ánimos, tanto así que no dio mucho en el partido y la entrenadora la terminó sacando en el segundo tiempo, al parecer la situación con la presidenta si la está desconcentrando, espero que tomar unas cuantas copas la ayude a dejar de pensar en ella solo por esta noche, ya que yo igual necesitaba lo mismo.
Después de haber desayunado en su casa no había vuelto hablar con ella, hasta el miércoles en la tarde donde me envió un mensaje preguntándome acerca de su pañoleta, le dije que dejara de buscarla que la tenía yo, y creí que iba dejar de insistir, pero al parecer ese no era uno de sus planes.
Necesitaba un trago para relajar todo el cansancio académico que involucró esta semana, y dejar de pensar un momento a esa enana. Sentí refrescarme cuando la fría cerveza pasó por mi garganta.
Llevábamos un par de cervezas —no suficientes—, Emilia seguía con su segunda cerveza en su mano, algo me decía que así se quedaría toda la noche.
—¿Ya nos dirán realmente que pasa o haremos juego de preguntas y respuestas? —comentó Selene
—¿Qué pasa con qué? —preguntó Emilia
—Emilia, estamos en confianza —Janet señalo a todas—, puedes decirnos qué es lo que te abruma
—No me abruma nada
—Por favor, si no fuera así no te hubieran mandado a la banca en el juego de hoy
—Es suficiente —les di una mirada de advertencia—, su capitana no tiene nada ¿De acuerdo? Dejen de preguntar estupideces
—Bueno, empezando por estupideces, deberíamos de preguntarte primero a ti, Eliza, ¿Cierto? —fulmine a Dennis con la mirada
Sabía que estas hijas de puta no guardarían el secreto por mucho tiempo. Mire a Emilia, pero al aparecer no le estaba prestando atención a nuestra conversación y agradecí por eso. La vi alejarse de la mesa, seguramente iría al baño, una vez que estuvo lo bastante lejos mire mal a esa bola de estupidas.
—¿Qué mierda fue eso, Dennis? —ella soltó una carcajada
—Vamos Eliza, Emilia se tiene que enterar tarde o temprano
—¿Y enterarse de que? Según ustedes
—A ver, lo que hizo Dennis si estuvo mal, pero no es lo importante ahora —rodé mis ojos ante el comentario de Melissa— ¿Ya nos dirás qué pasa con la secretaria?
—Por enésima vez, no está pasando nada
—Ajá, y Selene y Dennis no parecen un matrimonio cada que discuten —comentó Gabriela con ironía, reímos ante la mirada que ambas le dieron
—No nos desviemos del tema —habló Selene— ¿Dónde te quedaste después de la fiesta?
—¿Por qué le preguntas eso? Es obvio que se quedó con la secretaria —comentó Janet
—Estaban haciendo el papeleo —las chicas rieron ante el comentario de Dennis, las mire mal a todas, no estaba de buen humor
—No van a dejar de joderme con eso ¿Cierto?
—Es tu culpa por hacer un grupo sin la capitana y contarnos eso —comentó Gabriela entre risas— ¿No pudiste solo enviarnos mensajes a cada una por separado?
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Una última partida
Roman pour AdolescentsEliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cuando estaban empezando a descubrir su sexualidad, pero, por cosas de la vida lo de ellas no se pudo...