Eliza
La semana había pasado en completa calma, tener a mi hermana en casa sin duda ayudaba en mi estado de ánimo, aunque el tiempo para pasarlo juntas era muy reducido.
—Nos vemos el lunes chicas
—Nos vemos capitana
Íbamos saliendo del entrenamiento, era un poco tarde, pero teníamos que darnos prisa porque tenemos que ir al ensayo.
—¿Que tal van las terapias?
—Bien, la fisioterapeuta dice que voy mejorando todos los días, aunque se debe a que mi condición no es tan grave
—Me alegra escuchar eso
—Solo una semana más y estaré de nuevo en la cancha con ustedes
—Será la semana más larga para todas nosotras —asintió riendo
Nos detuvimos en el estacionamiento, más a lo lejos vi a mi hermana recargada en el auto de papá.
—¿Esa es Harper? —asentí— ¿Cuándo llegó?
—El lunes
—Hace mucho que no la veo ¿Qué? ¿Seis meses?
—Desde acción de gracias
—Y todavía no le agrado ¿verdad? —enarque una ceja ante su pregunta, ella bufo negando— Jamás va a olvidarlo ¿cierto?
—Te acostaste con su mejor amiga. Le gustaste a la chica, tú le dijiste que no querías nada serio y luego te volviste acostar con ella —mire al rededor antes de volver a mirarla— ¿Cómo crees que mi hermana lo tomaría?
—Pero ya pasaron tres años, la chica ni siquiera la habla ahora —negué
—No es eso Emilia, es el hecho de que mi hermana te defendía demasiado, eras como una hermana para ella, y que le hicieras ver que todos los rumores sobre ti eran ciertos le dolió —negué—, tú solita te caíste del trono
—Créeme que de todo eso es de lo que más me arrepiento —enarque una ceja—, en verdad Eliza, yo también apreciaba a tu hermana, el hecho de no verla hace que no se me note tanto
—Pues ya paso —me encogí de hombros—, tal vez algún día te perdoné
—¿Lo crees?
Mire mejor a Harper, que seguía recargada en el auto de mi padre, su mirada estaba en el teléfono.
—No lo sé, jamás la había visto cortar lazos con una persona —pensé mejor—, a excepción de Stella, claro
—Bueno, sabiendo eso me siento menos culpable —reí negando—. Mientras no pierda los lazos contigo creo que puedo soportar lo de tu hermana
—Me tengo que ir ya, las chicas odian que llegue tarde al ensayo —asintió—, además ahí viene la reina del ártico —me aleje al escucharla reír
Me despedí de Christine al pasar por su lado, una vez que estuve cerca de Harper levanto la mirada de su teléfono.
—No sabía que vendrías a buscarme
—Quería que saliéramos a comer, pero me encontré a las chicas y me recordaron de tu ensayo —asentí— ¿Emilia ira? —fruncí el ceño ante su pregunta
—No, no puede ir en estas semanas
—Genial —enarque una ceja— ¿Te acompaño? —mi cara de asombro no tardo en aparecer
—Claro —asintió
Deje la maleta de entrenamiento en los asientos de atrás, una vez que encendió el auto Down de Fifth Harmony empezó a sonar.
ESTÁS LEYENDO
Una última partida
Teen FictionEliza Jones y Stella Lambert son el prototipo de: "personas correctas en el momento equivocado", pues sus vidas habían coincidido en preparatoria, cuando estaban empezando a descubrir su sexualidad, pero, por cosas de la vida lo de ellas no se pudo...