34. Una intrusa

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Stella

Ha pasado una semana de la última vez que entro a mi habitación, hemos ¿hablado? Bueno, si mandarnos canciones es hablar, yo diría que sí hemos estado hablando.

Hoy se que esta nerviosa, el último partido de la semifinal se llevara acabó, y como en todos los partidos anteriores sé que sus nervios estarán a flor de piel.

―¿Cómo está Eliza? —fruncí mi ceño antes de mirarlo

—Bien, supongo —asintió― ¿Por qué preguntas?

—El último partido para clasificar a la final es hoy, y como no le fue también en el otro...

—Bueno, no es fácil pasar de ser una jugadora a una capitana

—Pero es la suplente

—¿Y Emilia cuantas veces ha faltado? —no dijo nada— Exacto

—Bueno, ya no tendrá que serlo por mucho tiempo, solo hoy, y tiene que dar lo mejor

—Ella lo hará Damián

—Lo sé, ellas son buenas

—Entonces ¿por qué estas subestimándola?

—Porque el partido de hoy será mucha presión —puso su mano en mi hombro—. Informales a los de periodismo que proyecten el partido en la cabina, el abuelo verá el juego —deje de mirar los papeles para mirarlo a él

—¿Qué has dicho?

—Qué el abuelo vino, para ver el partido

Mierda.

—¿Me estas jodiendo? —negó— Por favor Damián, si esto es una broma tuya

—Te aseguro que no lo es —ajusto sus gafas

—No me jodas —deje los papeles de lado y lo mire, tenía su expresión pacífica, entonces supe que no estaba bromeando—. De acuerdo, les informare

Salí del salón para ir al taller de periodismo, luego recordé que faltaba a nada para el partido, seguramente ellos ya están en la cancha, cuando me acerque pude confirmar aquello.

—Turner

—Diga, secretaria

—Necesito que todo el juego se proyecte en la cabina

—¿Ocasión importante?

—El director estará presente, verá el juego en la cabina

—Oh, ¿Eso significa que tengo que poner a los mejores de mi equipo en las cámaras?

—Se supone que así debe de ser, mientras no dejes a Bennett en las cámaras todo en orden —ambas reímos

—De acuerdo secretaria, verán el juego sin problema

—¿Podrías guardar esa grabación y mandármela por correo?

—Claro, sin problema

—Gracias Turner

—Es mi trabajo secretaria

Después de aquel suceso me dirigí a nuestro salón sin ningún inconveniente.

—Ya está hecho

—No creí que actuaras rápido —enarqué una ceja

—¿Con quién crees que estas tratando? —reprimió una risa

—¿Te contesto? —lo mire mal

Unos segundos después mi mirada se fue a la puerta, Christine dejo de caminar y nos miro con curiosidad.

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora