54. Jugada no contemplada

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Stella

Eliza y yo por fin somos novias.

Novias.

Que bien se escucha decir eso.

Después de mucho, lo nuestro tiene un título, y que hermoso se escucha.

―¿Te acabas de dar cuenta de lo que acabas de hacer? ―fruncí el ceño

―¿Ponerle un título a lo nuestro? ―cuestione

―No se porque insistías tanto que yo lo pidiera, si te me ibas adelantar ―reí ante eso―, esa jugada no estaba contemplada

―Sinceramente era solo para molestar ―reí al ver su cara de molestia transformándose―, te conozco tan bien que se que te ibas a quedar con lo que sea que teníamos, sin ponerle un título, así que solo lo hacía para molestar

―¿Tu broma llegaba al punto de ponerte de mal humor?

―Era parte del plan, cariño ―deje un beso en sus labios―, la verdad deje de insistir después de la cena en casa de Christine

―¿Desde cuándo tenías planeado esto?

Sonreí mientras miraba el cuadro de fotografías.

Desde que la conozco.

―¿Quieres que te cuente?

―Por favor

―¿Recuerdas que siempre me pasaba tomándote fotos en cada oportunidad que tenía? ―tome su mano para que nos acercáramos al cuadro

―Como olvidarlo, siempre te terminabas los rollos de la cámara ―sonreí ante su risa

―Siempre me ha encantado tomarte fotos, ha sido mi pasatiempo favorito desde que nos conocemos ―sonreí ante el beso que dejo en mi mejilla―. Quise hacer un álbum con tus fotos para tu cumpleaños, pero ya sabemos que eso no paso ―negué para quitar el recuerdo amargo―, siempre conservé todas esas fotos, nunca me atreví a borrarlas

―¿Y como nació la idea ahora?

―¿Te confieso un secreto? ―me cuestiono con la mirada

―Sorpréndeme

―Desde que me asignaron los equipos, debes en cuando te tomaba una foto ―sus cejas se alzaron ligeramente―, y cuando nos acercamos más, pues empecé a usar mi cámara para las fotos

―Nunca perdías el tiempo ¿cierto?

―Soy tu fan número uno ¿Qué puedo decir? ―soltó una carcajada

―¿Y retomaste tu idea?

―En realidad, este cuadro es el que iba enseñar para mi proyecto final, pero te darías cuenta, cuando Damián menciono lo de la feria se me ocurrió presentarlo aquí, pero conociendo lo curiosa que eres, preguntarías porque no entregue mi proyecto el miércoles ―negué soltando una risa por debajo―. He estado trabajando en esto a tus espaldas por mucho tiempo, no podía fallar faltando pocos días

―Así que ¿eso era lo que realmente te tenía ocupada y no el otro trabajo? ―asentí

―¿Recuerdas la vez que te quedaste mi cámara? ―asintió― ¿Recuerdas también que te pregunte si no la habías revisado?

―¿En esa cámara estaban todas las fotos?

―Esa cámara es muy valiosa para mí, la he tenido desde que te conozco

―Tan solo imagina que la hubiera husmeado

―Gracias al cielo eso no paso ―solté una pequeña risa―. La vez que la estaba buscando con desesperación es porque iba empezar a sacar las fotos para hacer el cuadro ―sus ojos se abrieron como platos

Una última partidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora