Una última partida

50. Cena de cumpleaños

Eliza

Cuando me desperté me di cuenta que estaba abrazando una almohada, no era la primera vez que pasaba, así que ya me estaba acostumbrando a darme cuenta cuando ella abandonaba la cama.

Tomé mi teléfono mientras me acomodaba mejor en la cama, lo primero que vi fueron los mensajes de las chicas dándome buenos deseos, y también los mensajes de mi mejor amiga.

Cuando estaba terminando de agradecerle a las chicas, vi la puerta de mi habitación abriéndose.

―Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti ―sonreí cuando la vi entrar con una bandeja―, feliz cumpleaños Eliza, feliz cumpleaños a ti

Dejo la bandeja a un lado de la cama, contenía un rico desayuno sin olvidarse del tan delicioso café que prepara.

―Felices 21, a mi jugadora favorita ―sonreí

Un recuerdo pasó por mi mente al verla de nuevo enfrente de mí, diciendo esas palabras.

Antes de que dijera algo más, la tomé de las mejillas y la acerque a mí para darle un delicado y tierno beso.

―Ahora si es un buen cumpleaños ―sus mejillas se tornaron rojas―. Gracias

―Nada de gracias, el día apenas esta empezando

―Ya te dije que no hace falta que gastes en mí, con la sorpresa de anoche fue más que suficiente

―¿Desayunamos? ―entrecerré mis ojos por ese cambio de tema, pero la verdad es que prefería desayunar a empezar a discutir― Mis padres te mandan felicitaciones, aunque más seguro al rato que los veamos te feliciten personalmente

―Entonces les daré las gracias personalmente

Disfrute el delicioso café que me preparo, la leche espumosa y el café frio, con un toque de miel, el complemento perfecto, lo rico que estaba, esté café que siempre me trae hermosos recuerdos con la persona que me lo prepara.

―¿Delicioso? ―sonreí asintiendo

―Como siempre ―la escuche soltar una risa, se acerco a mi y dejo un delicado beso en mis labios

―Sí, me quedo delicioso ―sonreí

Después de haber terminado de desayunar y charlar sobre lo bien que nos la habíamos pasado en el concierto, ella recogió las cosas y fue a dejarlas a la cocina mientras yo terminaba de arreglarme.

Mientras llegaba a la cocina escuche la risa de mi madre junto con la de Stella, mamá fue la primera en notar mi presencia y se acercó a mi para darme un fuerte abrazo.

―Feliz cumpleaños a mi pequeña

―Muchas gracias mamá

―¿Qué tal el concierto? ―sonreí recordando la maravillosa experiencia que vivimos

―La mejor experiencia de toda mi vida ―conté con emoción―, hubieras visto mamá, Taylor Swift es preciosísima, es la mujer más guapa que he visto

―¿Más que tu madre? ―reí mientras negaba

―No tanto, mamá ―sonrió antes de dejarme otro beso en mi cabellera

―Me alegro tanto que te hayas divertido mucho mi niña, te lo mereces

―Dale las gracias a la del tan maravilloso regalo ―tome su mano y deje un beso en sus nudillos―, se lucio con esa sorpresa

―Cierto, gracias por querer tanto a mi hija, Stella

Ella iba decir algo, pero antes fue interrumpida, la puerta se escucho y unos pasos se hicieron presentes, justo en ese momento me di cuenta que mi padre no estaba, seguramente fue hacer algo y viene llegando.